Solamente un profesional de la salud puede decirle si le conviene o no suspender los alimentos que contienen gluten.
l gluten es una de las proteínas presentes en cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Tiene un alto contenido de prolaminas, sustancias que pueden ser tóxicas en personas genéticamente predispuestas a no tolerarlas. Esas prolaminas reciben diferentes nombres: en el trigo se llaman gliadinas; en el centeno, secalinas, y en la cebada, hordeninas.
Según Ángela Navas Camacho, médica cirujana dedicada a soporte nutricional en la clínica Reina Sofía de Colsanitas, la intolerancia al gluten se manifiesta de tres maneras: enfermedad celiaca, reacciones alérgicas y sensibilidad.
Aunque esta sustancia se relaciona con el desarrollo de ciertas complicaciones, “no significa que una alimentación sana deba prescindir de gluten. Esta creencia se ha popularizado en la población, cuando en realidad el gluten se debe eliminar de la dieta solo por recomendación médica”, explica Luisa Fernanda Becerra Cárdenas, nutricionista y dietista adscrita a Colsanitas.
Enfermedad celiaca
También denominada enteropatía por gluten, es una enfermedad autoinmune causada porque las prolaminas alteran las vellosidades intestinales y las inflaman hasta impedir que funcionen. La complicación se manifiesta en el intestino, órgano encargado de absorber los nutrientes de los alimentos, pero solo un examen gastroenterológico puede determinar si existe o no enfermedad celiaca.
En 1950, el Reino Unido era el lugar donde se encontraban más casos de esta enfermedad, y en esa época la proporción era de un enfermo por cada ocho mil personas. En la actualidad, explica la doctora Navas, aparece en uno de cada cien individuos, aproximadamente.
Según Navas, algunos estudios indican que este aumento en las personas afectadas por la enfermedad celiaca puede estar asociado con las modificaciones genéticas que el mercado les ha hecho a las semillas de centeno, trigo y cebada para hacerlas más resistentes a las plagas y para acelerar su crecimiento.
Reacción alergíca
Desde el punto de vista inmunológico, algunos organismos identifican las prolaminas como dañinas, lo cual produce reacciones en el intestino que se manifiestan con distensión abdominal, dolor y diarrea, pero no lleva a una alteración estructural de los tejidos y tampoco ocasiona un daño en las vellosidades intestinales. Para identificar la alergia se sugiere descartar la enfermedad celiaca con una consulta al gastroenterólogo, quien, si es el caso, encaminará el estudio al campo de la alergología.
Sensibilidad
Cada vez es más común que algunas personas pueden puedan tener distensión, cólicos, dolor abdominal o diarrea al consumir gluten, pero cuando lo suspenden de su dieta desaparecen los síntomas, aunque en los exámenes médicos no resulten alérgicas ni con enfermedad celiaca.
Bajo la lupa
“El gluten está presente en muchos productos industrializados, como en los embutidos”, señala Yani Lozano Vargas, nutricionista de la clínica Reina Sofía. A las personas intolerantes les recomienda mirar muy bien la lista de ingredientes de los alimentos procesados, y asegura que aunque el gluten no cumple una función específica en el organismo, eliminar de una dieta los cereales que lo contienen puede llevar a una deficiencia nutricional de algunas vitaminas, como la niacina y las del complejo B.
“Hay muchas opciones para reemplazar los alimentos que contienen gluten. Están cereales como arroz, maíz, quinua y amaranto, que no tienen esta proteína. Sin embargo, todos los cereales pueden estar contaminados con trazas o pequeñas cantidades de gluten por ser procesados en los mismos molinos de la harina de trigo”, concluye la doctora Becerra.
Antes de tomar la decisión de suspender el consumo de pan, pasta, galletas y otros derivados del trigo, del centeno y de la cebada, consulte con un profesional de nutrición o con un gastroenterólogo.
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