La acumulación de carbono en la atmósfera contribuye al incremento de la temperatura de la Tierra y causa un desequilibrio ecológico global. Aquí le explicamos cómo reducir esas emisiones.
i nuestro consumo fuera más comedido, si no compráramos artículos que no necesitamos, si los supermercados no estuvieran llenos de envases plásticos y envolturas innecesarias que se desechan apenas se usan, si entendiéramos que cada decisión de consumo afecta el planeta, entonces no estaríamos tan preocupados por el calentamiento global, la huella de carbono y todas las consecuencias que eso está trayendo para los seres vivos.
Lastimosamente ya estamos en un punto de sobregiro con los recursos naturales del planeta. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), los seres humanos estamos utilizando los recursos naturales 1,75 veces más rápido de lo que los ecosistemas pueden regenerarse. En pocas palabras: estamos agotando nuestro capital natural más rápido de lo que deberíamos. Y esto se debe a que nuestro estilo de vida genera una huella de carbono que impacta negativamente la Tierra.
El carbono se ha emitido a la atmósfera desde antes de que existiéramos los humanos, porque el dióxido de carbono es producto de procesos naturales como la descomposición de los árboles que caen al suelo, la respiración de los mamíferos, entre otros procesos que no tienen que ver con la mediación de las personas. El problema empezó después de la revolución industrial, cuando los procesos industriales comenzaron a generar una cantidad de carbono cada vez mayor que se fue acumulando en la atmósfera. Así, el equilibrio entre el carbono que se emitía y el que absorbían las plantas o los océanos de manera natural, se fue perdiendo.
En los últimos 50 años, nuestra huella ecológica ha aumentado casi en un 190 %, de acuerdo con el Informe Planeta Vivo 2018 de WWF.
“Cuando hay un desbalance en esa ecuación natural, la cantidad de carbono en la atmósfera se incrementa por encima de los niveles naturales, creando una capa que hace que una mayor proporción de la energía del sol que llega a la Tierra no se refleje, incrementando la temperatura global de manera paulatina. Este es el mismo proceso que ocurre en los invernaderos de plantas y, por esto, los gases que contribuyen al cambio climático se llaman Gases de Efecto Invernadero”, explica Diego Navarrete, líder de soluciones basadas en la naturaleza para mitigación de la ONG The Nature Conservancy.
Los esfuerzos de todas las organizaciones ambientales y de los países comprometidos con la mitigación del cambio climático buscan impedir que para el 2030 la temperatura de la Tierra aumente más de 1.5 grados, pues si esto ocurre se afectaría la dinámica ecosistémica y los desastres naturales que ya estamos padeciendo serían peores.
En el caso de Colombia, las actividades que más generan emisiones son: la deforestación, la ganadería extensiva, el sector energético e industrial y el transporte aéreo y terrestre.
Disminuir la huella de carbono
Lo principal es generar conciencia de nuestros hábitos y saber que la mayor parte de nuestras actividades genera emisiones.
Cambiar paulatinamente nuestro estilo de vida: disminuir el uso del carro o de medios de transporte contaminantes, reducir el consumo de carne, tener un uso racional del agua y la energía, evitar los plásticos de un solo uso, pensar antes de consumir.
Si ya entendió de qué se trata esto, transmita el mensaje. Es posible encontrar personas que sientan afinidad con esta conciencia ambiental dormida pero latente. Usted puede ser el motor que les encienda esas ganas de hacer cambios por el bien de todos.
En palabras del experto Diego Navarrete, las Soluciones Basadas en la Naturaleza (acciones para proteger, manejar sosteniblemente y restaurar ecosistemas, que aborden los retos de las sociedades eficaz y adaptativamente, y que proporcionen simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad) podrían contribuir enormemente a la mitigación del cambio climático en Colombia. Las soluciones dirigidas a captura y reducción de emisiones, principalmente, se enfocan en:
Evitar la deforestación.
Restaurar ecosistemas naturales.
Implementar prácticas sostenibles en sistemas agropecuarios, como sistemas silvopastoriles o agroforestales.
¿Cómo se mide la huella de carbono?
Se mide en toneladas de dióxido de carbono equivalente, y decimos equivalente porque este es el gas que tiene mayor importancia, pero no es el único gas que genera efecto invernadero. Existen otros como el metano y el óxido nitroso, que también producen este mismo efecto. Existen varias plataformas que pueden medir la huella de carbono para individuos, negocios grandes y pequeños o productos. En el caso de los ciudadanos, se calcula teniendo en cuenta el estilo de vida: el tipo de transporte, los alimentos que consumimos, la ropa que compramos, los aparatos electrónicos que tenemos en casa, entre otros.
Compensar las emisiones
Hay plataformas que permiten compensar la huella de carbono. Una de ellas es: BancO2. En la página lo primero que se hace es calcular la contaminación que estamos causando, ese cálculo arroja una cifra sugerida que es la que debemos pagar. Luego se debe seleccionar una familia, comunidad o autoridad ambiental que reciba el incentivo económico correspondiente a nuestra compensación para que puedan seguir trabajando en la protección o restauración de los ecosistemas que habitan, que son estratégicos.
*Periodista interesada en temas de familia, crianza y medio ambiente.
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