Después de tener la muerte cerca, la actriz Fabiola Posada se recuperó milagrosamente de una desnutrición severa, anemia y otras complicaciones. En nombre de su amor por la vida, decidió cambiar sus hábitos alimenticios.
Perder el miedo a...
La muerte.
Tener el superpoder de...
Aliviar todo sufrimiento.
Ser una persona mayor llena de...
Sabiduría.
Sentirme satisfecha por...
Todos los sueños y logros que pude cumplir.
Despedirme de este mundo...
Riendo y cantando. Irme de la misma forma en que viví.
Haber cultivado la compasión hacia...
El dolor y el sufrimiento de niños y animales.
Que mi última cena sea...
Una hayaca.
Que mi epitafio diga...
“Descansa en paz, alma mía. Nunca fuiste gorda, sino llena de amor”.
Que me cuiden y me acompañen...
Mi familia y mis amigos.
Ofrecer a mi comunidad...
La más inolvidable fiesta. Dejar una huella de amor... ¿Qué puede haber más importante?
Quedar en el corazón de mi familia y mis amigos como...
La mejor, única e irrepetible Gorda Fabiola.
Esta sección invita a reconocer la muerte como parte de la existencia, porque así nuestra vida se llena de sentido y nos conecta con lo más valioso. El programa Ciudades Compasivas, promovido por la Fundación Keralty y New Health Foundation, busca la creación de comunidades compasivas que brinden bienestar a aquellos que padecen una enfermedad avanzada o están en el final de la vida.
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