Ha hecho del periodismo una herramienta para visibilizar a las comunidades afro en Colombia y América Latina. Lo hizo para RCN, para France 24 y también como asesora en la premiada película Encanto, de Disney.
Edna Liliana Valencia ahora se lanza en una nueva faceta como escritora con el libro El racismo y yo, e inaugura un centro de estética e identidad, un salón de belleza que busca resaltar y dignificar el pelo afro y las pieles negras.
¿Cuando te graduaste de la universidad pensabas dedicarte al activismo?
No, en realidad cuando estudié Comunicación Social y Periodismo en la Universidad de la Sabana pensaba que entraría al mundo de la farándula y de la televisión. No había dimensionado el papel transformador del periodismo.
¿Cómo arrancaste entonces con este tema que ha marcado tu carrera?
Tengo 36 años. Empecé a trabajar desde muy joven, como a los 16 o 17 años, en un programa del Canal 13.
Luego, estuve en medios locales y allí desarrollé dos enfoques: el periodismo internacional y la comunicación social para el desarrollo. A partir de eso entendí el papel del periodismo como vehículo de transformación social. Después colaboré con organizaciones que hacían visible el trabajo de líderes y lideresas afrocolombianos, y en programas de inclusión social y garantía de derechos. Finalmente, trabajé con la cooperación de España en la cátedra de estudios afroamericanos. Y eso marcó un antes y un después en mi carrera.
Has construido una imagen potente que refuerza todo tu discurso…
Me ha ido bien con la propuesta periodística que he desarrollado, que es el periodismo de diversidad. No le gusta a todo el mundo, pero como es una propuesta única, tiene resonancia. Fui la primera periodista que llegó a dar noticias generales con el pelo afro natural, con turbantes, con joyería y telas africanas. Y, sin duda, significó una revolución.
¿Qué dijeron?
Mucha gente entendió la importancia de la representación afro al verme a mí en un canal como RCN. Pero hubo muchas críticas. Me decían que mi peluquero era mi peor enemigo o que me regalaban la queratina. Lo que sí sé es que logré poner el tema de la estética negra en los medios colombianos.
¿Cómo defines tu estilo?
Más que un estilo, es un statement. Estoy reivindicando la estética afro: quiero demostrar que nuestro pelo también es elegante y bello. Solían hacernos creer que lindas solo son las rubias y que, en cambio, las africanas somos feas. Y eso no es así.
Valencia es de las primeras periodistas en llegar a las noticias generales de TV con el pelo afro natural, turbantes y telas africanas.
¿Siempre estuviste orgullosa de tu pelo y de tu belleza?
No, pequeña sufrí mucho por mi pelo. Creía que lo que venía de África no era digno de admiración. Me arrancaba el pelo, me trasquilaba, me lo alisaba, me puse extensiones. Viví huyendo del mar, de la piscina y de la lluvia. Son historias de dolor que cuento en mi libro.
Hablemos de tu faceta como escritora…
Empecé a escribir poesía a los 12 años, luego en redes compartí algunos textos y ahora acabo de lanzar mi primer libro El racismo y yo con la Casa Editorial El Tiempo. Reúne mis tres pasiones: el activismo, la poesía y el periodismo.
Fuiste asesora en Encanto, ¿dónde podemos ver tu sello?
Mi objetivo principal era visibilizar los cabellos afro como parte de la diversidad cultural colombiana. En Encanto están las doce texturas de cabello, desde la más afro hasta la más lisa.
Va a abrir un centro de estética …
Los salones de belleza son lugares de discriminación para las mujeres afro: nos cobran más, nos quieren poner queratinas, nos hacen sentir que nuestro pelo es un fracaso. Y realmente lo malo es el desconocimiento de las esteticistas, que no saben manejar nuestro cabello. Además, casi nadie sabe maquillar pieles negras y hay muy poca oferta cosmética para nosotras. Así que he querido abrir un centro de estética e identidad donde el pelo afro sea tratado con dignidad y donde encontrarán una propuesta original de belleza y moda, resaltando lo natural.
Reglas de oro para el pelo afro
- Amar nuestro cabello y entender que es parte de nuestro cuerpo.
- Dormir con un gorro de satín todas las noches. Esto hace que no se reseque y que no se enrede.
- No hay que lavarlo con tanta frecuencia. La grasa natural no llega a las puntas del pelo, entonces lo ideal es lavarlo cada 10 o 15 días.
- No desenredarlo en seco. Se usa un atomizador con agua y se desenreda con las manos, empezando en las puntas.
- El shampoo se pone solo en la raíz.
- El acondicionador se pone solo de medios a puntas.
- Requiere mucha humectación: proteínas y grasas. Por tanto, es bueno usar mascarillas naturales cada 15 días.
*Periodista y productora. Cofundadora de Relatto.com, una plataforma que publica historias periodísticas de América Latina en diversos formatos.
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