Las herramientas fundamentales para proteger a los menores en las redes sociales son saber del tema, fijar horarios para conectarse, crear lazos de comunicación y enseñarles que ellos también pueden cuidarse.
os papás deben conocer lo que pasa en las redes sociales, aprender a manejarlas e incluirlas como tema de conversación en familia. Así lo afirma Mónica Mejía Giraldo, psicóloga clínica de niños y adolescentes. Y agrega: “Es muy importante ser conscientes de que estamos ante una revolución digital y que necesitamos acercarnos al tema para, a partir de ese conocimiento, acompañar y asesorar”.
Como primer paso para ayudar a proteger a sus hijos de los riesgos en las redes sociales, los padres deben conocer cómo funcionan las que utilizan los menores de edad y qué opciones ofrecen. Viviana Quintero, coordinadora de TIC e Infancia en RedPaPaz, explica que las redes sociales que más utilizan los jóvenes y los niños en Colombia son, en su orden, YouTube, Instagram, WhatsApp, Snapchat y Facebook.
En segundo lugar, los padres deben fijar tiempos para el uso de los dispositivos. La Academia de Pediatría de los Estados Unidos establece que antes de los dos años ningún niño debe exponerse a pantallas, tan solo son bienvenidas para la interacción humana, como la que sucede en una videollamada. Las tabletas y los celulares no son juguetes apropiados para los bebés, porque pueden afectar su desarrollo.
Entre los dos y los cinco años de edad, los niños deben usar pantallas máximo una hora al día en total, entendiendo por pantallas los celulares, las tabletas, la televisión, el computador, etc. Mejía explica que durante la infancia el computador debe ser de uso familiar y estar ubicado en un lugar común, no en las habitaciones de los hijos.
En cuanto a los jóvenes, según Viviana Quintero, un menor de 14 años no debería tener teléfono móvil con plan de datos. Antes de esta edad, tan solo necesitan un aparato para comunicarse por llamada y no para usar redes sociales ni navegar en internet.
Es muy importante que los padres se preocupen por que sus hijos tengan actividades reales, que no todas sus interacciones sean digitales. Deben procurar que jueguen al aire libre, que se vean con sus amigos y familiares, que hagan deporte y que tengan pasatiempos.
Ellos también se pueden proteger
Parte del trabajo que deben hacer los padres es enseñarles a sus hijos que ellos también son responsables del manejo de sus redes y que tienen herramientas para protegerse. El primer paso es hacerles entender que todo lo que publican en redes afecta a otros. Siempre deben tener en cuenta que al otro lado de la pantalla hay seres humanos. Es lo mismo comunicarse con alguien en una red social que personalmente. La segunda lección es que nunca deben aceptar como contacto a alguien que no conozcan por fuera del mundo digital. Esto aplica, sobre todo, para Facebook y WhatsApp. Tampoco deben formar parte de grupos cerrados en las redes; por ejemplo, si se crea un grupo de WhatsApp con amigos, pero también hay personas que los niños no conocen, es muy importante cancelar el grupo y abrir otro solo con los contactos conocidos.
Las redes sociales permiten que los usuarios establezcan su confidencialidad, y los chicos deben aprender a administrarla para que decidan quiénes pueden ver sus contenidos y quiénes no. En YouTube es fundamental hacerles entender que cualquier transmisión que van a hacer le va a llegar a un público muy grande que ellos ni siquiera conocen. Antes de cualquier interacción deben saber que ellos no tienen control sobre quiénes verán los contenidos que publican.
La comunicación que exista entre padres e hijos es definitiva. Es importante crear la confianza necesaria con ellos para que consulten con sus padres si algo los inquieta, sea en internet o por fuera de la red”.
En cuanto a las imágenes, la mejor medida para saber si una foto debe ser compartida en las redes sociales es preguntarse si esa imagen puede ser vista por todas las personas que conoce, o si le parece bien que dentro de unos años la encuentren sus compañeros de universidad, su jefe o sus colegas de oficina; también, si cree que a sus padres les gustaría verla publicada. Si alguna de las respuestas es negativa, lo mejor es no compartir esa imagen.
Por último, es definitivo que los niños y adolescentes memoricen una frase y la hagan realidad: “Las mejores selfies se toman con la ropa puesta”, dice Viviana Quintero. El ciberacoso va en aumento, por eso es importante que los menores sepan que las redes tienen mecanismos para proteger a sus usuarios. En Instagram, Facebook y Twitter se puede silenciar una conversación, bloquear personas y reportar hechos incómodos o irregulares. Usualmente estas opciones están e nunos puntos pequeños o en unas flechas que aparecen en la parte superior derecha de las publicaciones.
Y siempre, siempre, los niños y adolescentes deben tener la certeza de que sus papás los van a ayudar si en las redes sociales les sucede algo que no les gusta. La comunicación que exista entre padres e hijos es definitiva. Como explica la doctora Mejía, es importante crear la confianza necesaria con ellos para que consulten con sus padres si algo los inquieta, sea en internet o por fuera de la red.
¡A denunciar!
Los padres y niños pueden denunciar comportamientos en redes sociales que violan la legislación colombiana. Por ejemplo, pueden denunciar a un adulto que les hable a menores en tono sexual, a las personas que sin conocer a los menores en la vida real les propongan un encuentro personal y a quienes compartan contenido de tipo sexual que no haya sido solicitado. Estas denuncias se pueden hacer en www.teprotejo.org, en el CAI virtual de la Policía Nacional o por medio de la aplicación Adenunciar, de la Fiscalía.
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