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Bienestar Colsanitas

Ejercicio en la tercera edad

Independientemente de la edad y del estado de salud, todos debemos tener la actividad física integrada a la rutina diaria. Los beneficios no son sólo físicos.

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TERCERA EDAD

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orge Arturo Díaz, médico fisiatra adscrito a Colsanitas, es radical al afirmar que no hay ninguna excusa para no hacer ejercicio, “Ni las patologías cardiacas, las cirugías del corazón por reemplazos valvulares o trasplante, ni la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (conocida como EPOC) son un obstáculo para iniciar una rutina de ejercicios”, dice.

Siempre se debe empezar por una evaluación médica, mucho más cuando ha pasado el tiempo y se ha dejado de hacer actividad física desde los años del colegio. Durante la evaluación, médico y paciente deben encontrar el ejercicio acorde al gusto, la edad y al estado de salud. El doctor Díaz respondió algunas de las dudas que surgen cuando una persona adulta quiere empezar a hacer ejercicio después de años de vida sedentaria.

Si tengo más de 60 años y nunca he hecho ejercicio, ¿todavía estoy a tiempo?

Sí. Nunca es tarde para empezar. Desafortunadamente, muchos de nuestros pacientes de la tercera edad nunca hicieron ejercicio en su juventud. Hay que mostrarles la importancia del ejercicio, convencerlos de que el ejercicio no es un castigo sino que, por el contrario, es una actividad agradable, placentera, lúdica, donde van a poder interactuar con otras personas de su misma edad.

¿Es riesgoso para una persona mayor hacer ejercicio por el riesgo de una caída?

Hacer ejercicio disminuye el riesgo de caídas. El paciente de la tercera edad que hace ejercicio tiene un mejor balance, coordinación y equilibrio. La posibilidad de que se caiga es menor y si se cae, los huesos son más resistentes, entonces la probabilidad de que se fracture también es inferior a la de una persona de su misma edad que no hace ejercicio.

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¿Cómo iniciar una rutina de ejercicios sin lesionarme?

El inicio del ejercicio debe ser gradual, progresivo, a tolerancia. Nunca excederse, y si llega a un nivel moderado de fatiga, suspender o disminuir la intensidad. Todos los pacientes deben tener una evaluación médica completa de los tres sistemas: cardiopulmonar, osteoarticular y neurológico (el equilibrio, la marcha, la fuerza muscular). Dependiendo de las condiciones de salud y de las enfermedades subyacentes, se prescribe uno u otro ejercicio. Antes del ejercicio se recomiendan rutinas de estiramiento y precalentamiento para evitar lesiones o dolores.

¿Cuál debería ser la frecuencia por semana?

El Colegio Americano de Medicina del Deporte recomienda hacer 150 minutos a la semana. Esto es: tres sesiones de 50 minutos o cinco medias horas. La prescripción del ejercicio debe ser progresiva. No se puede pretender que el primer día el paciente cumpla una rutina exigente. Hay que tener en cuenta las tres variables en el ejercicio: duración, frecuencia e intensidad. Si se hacen ejercicios de intensidad baja se puede aumentar la duración y la frecuencia, por ejemplo.

¿Cuáles son las contraindicaciones de hacer ejercicio en la tercera edad?

Podría estar contraindicado en personas que tienen una lesión aguda, pero en general, no existen motivos para no recomendar ejercicio físico. Al contrario, el ejercicio siempre ayuda incluso en pacientes con lesiones o con alguna enfermedad. Por ejemplo, un paciente puede ser parapléjico, tener artrosis severa de rodillas o de caderas que no le permite caminar, y también puede hacer ejercicio en piscina o con un cicloergómetro o bicicleta de brazos.

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