La pérdida del olfato y del gusto no solo son síntomas frecuentes de covid-19, también son unas de las secuelas más comunes y molestas de la enfermedad. Despeje todas las dudas alrededor de estas afecciones.
a anosmia y la ageusia, más conocidas cómo pérdida del olfato y del gusto respectivamente, afectan al 80 % de las personas infectadas con covid-19. En muchos de los casos, son el primer síntoma que se manifiesta tras contraer el virus y una señal de alarma, antesala de otros síntomas como fiebre, tos seca, entre otros. Hasta ahora no se ha podido comprobar que exista un patrón entre las personas que sufren de estas afecciones a causa del covid, y tampoco por qué en algunos casos se convierten en una secuela que puede durar desde pocas semanas hasta un año. Sin embargo, con ayuda del doctor Fernando Manrique, otorrinolaringólogo adscrito a Colsanitas, aclaramos dudas frecuentes sobre estos síntomas y sus consecuencias.
En primer lugar, hay que aclarar que la anosmia y la ageusia son condiciones que existían antes del covid. Las causas de la pérdida del olfato y del gusto han estado asociadas a rinitis, pólipos o tumores en la zona olfatoria, alergias congénitas, accidentes o traumas por golpes en la zona de la cabeza. Es decir, no son problemas nuevos, pero el covid los ha hecho comunes entre personas sin ninguna condición previa.
¿Por qué ocurre?
En el caso del covid, la pérdida del olfato y del gusto se debe a un bloqueo de tipo inflamatorio en la hendidura olfatoria, que es el área que permite percibir aromas y se encuentra ubicada en la parte superior de la nariz. Esa inflamación, ocasionada por el compromiso viral propio del covid, obstruye esta zona y daña el epitelio olfativo, directamente responsable de detectar olores. En el caso de la ageusia, la situación es la misma, pues ocurre una alteración similar en las papilas gustativas de la lengua, encargadas de la percepción del gusto y los sabores.
Aún cuando se conoce la causa del problema, no se sabe con exactitud por qué puede afectar a unas personas y a otras no. Sin embargo, el doctor Manrique afirma que hay factores predeterminantes con los que la anosmia y la ageusia se asocian en mayor medida. Estos factores son: el tiempo de exposición al virus y la carga viral recibida en el contagio. Además del estado del sistema inmune: cuando las defensas están bajas se incrementa la probabilidad de que la pérdida de estos sentidos sea mayor.
También es posible sufrir solo una de las dos condiciones. Es decir, hay casos en que los pacientes padecen pérdida del olfato, pero pueden percibir sabores. Sin embargo, como la percepción del sabor y el olor de los alimentos está estrechamente vinculada, la persona podría identificar que está comiendo algo dulce, pero no saber exactamente qué es.
¿Cuánto tiempo dura?
Una de las mayores dudas que tienen las personas que sufren de anosmia y ageusia por covid es sobre el tiempo que demorarán en recuperar estos sentidos. Hasta ahora no se ha determinado un tiempo específico ya que cada caso es diferente. Puede durar desde unos pocos días, algunas semanas o incluso hay quienes después de un año siguen sin percibir sabores y olores. Todo dependerá del compromiso de las vías aéreas, asociado al proceso inflamatorio causado por el covid y las afecciones infecciosas-bacterianas que haya provocado. Si el compromiso fue leve, el paciente podría, en uno a dos meses, recuperar casi en su totalidad estos sentidos; pero si el compromiso nasofaríngeo fue mayor, especialmente en pacientes que han tenido un covid relativamente severo aunque no hayan sido hospitalizados, tardarían entre seis meses y un año en recuperarse.
El doctor Manrique explica que es improbable que una persona pierda el gusto y el olfato de manera definitiva por covid, ya que todos los tejidos dañados pueden regenerarse, por lo que en casi todos los casos el pronóstico es positivo. Sin embargo, este es un proceso que puede tomar tiempo y que tiene una consecuencia específica: la percepción de olores y sabores nunca volverá a ser igual. Al dañarse las mucosas olfativas por causa del virus y volverse a regenerar con el tiempo, las señales y conexiones nunca vuelven a ser iguales que las iniciales, por lo que es probable no volver a tener el mismo olfato y gusto que se tenía antes de la enfermedad.
Además, las consecuencias de la anosmia y de la ageusia pueden ir mucho más allá de la simple incomodidad de no percibir olores y sabores. Manrique se refiere a la vulnerabilidad que enfrenta quien padezca estas condiciones: la posibilidad de envenenamiento o intoxicación al no poder detectar si un alimento está en mal estado, o el peligro de no percibir una fuga de gas.
¿Cuál es el tratamiento?
Los tratamientos se basan en fármacos, especialmente en corticoides orales e inhalados, complementados con algunas vitaminas. Asimismo, hay terapias olfativas disponibles que sirven como un entrenamiento del olfato. Sin embargo, no son muy comunes debido a que la principal pretensión a la hora de tratar estas condiciones es la de recuperar los tejidos dañados, lo que se logra de manera efectiva a través de los tratamientos farmacológicos. El tratamiento lo debe decidir únicamente un profesional de la salud, debido a que cada caso puede tener requerimientos diferentes.
El covid cada día presenta más misterios en cuanto a sus síntomas y secuelas, pues cada caso resulta único bajo condiciones y contextos diferentes. Por ahora, lo único seguro, es continuar aplicando las medidas de bioseguridad básicas como son el uso de tapabocas y el distanciamiento social.
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