Es fundamental una comunicación clara, tranquila y desde el respeto, teniendo en cuenta la edad del niño y respondiendo lo que quiere saber.
La doctora Alexandra del Pilar Torres, psicóloga, especialista en psicología médica y de la salud y adscrita a Colsanitas, respondió para nosotros las preguntas más frecuentes acerca de este tema que puede ser tan espinoso.
¿Cuándo empezar a hablar de sexualidad con los hijos?
Debemos hacerlo desde que son pequeños, teniendo en cuenta que cuando hablamos de sexualidad no nos referimos únicamente a los órganos sexuales, o a relaciones sexuales, sino a un conjunto de características físicas y psicológicas que se van desarrollando con el ser humano.
¿De qué debemos hablarles?
De diferencias físicas, biológicas y psicológicas entre hombres y mujeres, de la importancia de tomar decisiones, cultivar el sentido crítico y conocer los derechos sexuales y reproductivos. Dependiendo la edad, ir integrando otros temas importantes. Con los niños de tres o cuatro años no debemos hablar de asuntos más complejos, pero sí de la importancia de no mantener secretos, pues hay personas que les dicen “guárdame este secreto”, que es una herramienta para el abuso sexual.
¿Cuál es la mejor manera de explicarles cómo fueron concebidos?
Hablando de la reproducción humana, explicando que es una necesidad y una función física básica y fisiológica donde participan el hombre y la mujer, y que compartimos con todos los seres vivos. Decir que fue una cigüeña quien los trajo al mundo, o cualquier otra fantasía, genera ideas erróneas, y a largo plazo los hijos se pueden sentir engañados por sus padres.
¿Cómo hablar de orientación e identidad de género?
De forma natural, sin prejuicios, con una comunicación abierta, dando a conocer que todos somos diferentes y que la forma como nos sentimos es tan respetable como la del otro. La mejor manera de generar empatía es que los hijos vean unos padres respetuosos con las diferencias, que sepan que el amor va más allá de lo que la sociedad pueda estipular y que lo que importa es el respeto y el sentimiento que se tiene por otra persona.
¿Cómo un padre puede trabajar la empatía y asertividad al hablar con su hijo de sexualidad?
Lo principal es ponernos en su lugar, entender las preguntas que tiene y comprender sus sentimientos, emociones e inquietudes. No dejarnos llevar por nuestras propias emociones de adultos, porque quizá la pregunta que nos está haciendo tiene origen en la ingenuidad y el desconocimiento. Es clave preguntar “¿Qué quieres saber?”, porque a veces los adultos pueden dar respuestas más complejas de las que el niño está buscando.
¿Cómo y cuándo surge la curiosidad hacia el cuerpo propio y de los demás?
Esa curiosidad surge desde que son muy pequeños, cuando comienzan a observar su cuerpo y el de sus padres o hermanos. Es importante no darles nombres distintos a los órganos sexuales, hay que hablarlo con naturalidad: esto se llama pene, esto se llama vagina, esto es del hombre, esto es de la mujer.
¿Cómo hablar de menstruación? ¿Cuándo?
Es importante hablar de este tema tanto con niñas como con niños. Que lo aprendan desde casa, para evitar que las niñas piensen que están enfermas cuando llega su primera menstruación. Hay que hablarlo desde la perspectiva biológica (por qué se da), pero también desde el autocuidado: cómo utilizar una toalla higiénica u otros elementos. Y explicarles a los niños por qué les pasa esto a las niñas y que es un proceso natural, para evitar el matoneo con sus compañeras y amiguitas.
¿Cuándo hablar de la primera relación sexual?
Todos los niños son diferentes y su nivel de curiosidad tiene diferentes etapas. A partir de los siete años un niño debería recibir información suficiente sobre algunos temas como prevención de abuso sexual, que puede sentir gusto por una persona de un género diferente o del mismo género, cómo se da y que eso también les sucede a otros niños.
Desde ahí viene la curiosidad: por qué me gusta esa persona, por qué me parece linda o lindo; y debemos explicarles que hace parte de un proceso afectivo. Debemos fomentar en ellos el sentido crítico, la toma de decisiones, el consentimiento; para evitar que en el futuro una persona mayor influya en su decisión de tener relaciones sexuales.
Quién debería hablar sobre estos temas, ¿la familia o el colegio?
Los niños deben recibir información sobre salud sexual y reproductiva desde casa, los padres pueden ir indagando qué saben o desean conocer; y no dejar la responsabilidad exclusivamente en el colegio.
¿Los padres deberían hablarle de placer a sus hijos?
Hablar del placer en la sexualidad es muy importante, no solo el placer en relación con otra persona, sino desde la exploración corporal. Es importante hablarlo tanto con los niños como con las niñas, porque la forma como exploren su cuerpo desde pequeños va a permitir que en la edad adulta tengan relaciones más placenteras y efectivas, porque reconocen su cuerpo y lo que les gusta. Este suele ser un tema del que no se habla con las niñas, y muy pocas veces con los chicos.
¿Cómo hacerlo? Con naturalidad, explicando que es una forma de explorarse, que no encontramos placer únicamente en otra persona sino que podemos hacerlo nosotros mismos.
¿Los padres deberían tocar el tema de la pornografía?
Los hijos están expuestos a la pornografía desde muy temprano. Hoy en día llegar a una página web de pornografía es tan fácil como poner una palabra en cualquier buscador. Por lo tanto, debe hablarse en casa antes de que los chicos lleguen a ella a través de sus amigos, primos mayores u otros medios. Es importante señalarles que lo que ven allí muchas veces no es real, ubicarla en la industria del entretenimiento para adultos, siempre con naturalidad y preferiblemente con algo de conocimiento: no sobra que los padres consulten fuentes que les den argumentos para hablar con sus hijos sobre el tema de manera asertiva e informada.
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