Como cualquier órgano del cuerpo, los ojos necesitan de una nutrición adecuada para funcionar correctamente. Aquí le contamos cuáles son esos alimentos que no pueden faltar en su alacena.
e acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, por lo menos mil millones de personas alrededor del mundo tienen problemas de visión que podrían haberse prevenido. La principal causa de incapacidad visual son las cataratas no operadas y los errores de refracción, es decir, problemas de la visión que se producen cuando la forma del ojo impide que se haga foco correctamente.
En Colombia, de acuerdo con la doctora Mónica Rodríguez Vargas, oftalmóloga cirujana y oftalmóloga pediatra adscrita a Colsanitas, las enfermedades de la visión prevalentes son las asociadas a problemas metabólicos no controlados como la diabetes, la cual produce alteraciones como la retinopatía diabética: “También están las cataratas secundarias, problemas relacionados con la edad o la exposición solar por estar en un país tropical. En menor proporción, pero no menos importante, está el glaucoma, una neuropatía relacionada con el aumento de la presión de los ojos”, agrega.
Ahora bien, debido al uso excesivo de las pantallas y de los aparatos electrónicos tan característico en tiempos de pandemia, el ojo seco, el cansancio visual y otras enfermedades como la miopía son problemas que van en aumento en la consulta diaria.
“Comer con los ojos” y para los ojos
Contrario a lo que muchos podrían pensar, los ojos también “requieren de ciertos cuidados nutricionales”, dice Rodríguez. Lo más importante es llevar una dieta balanceada, evitando excesos de azúcares y de sal, porque esto podría producir enfermedades como la diabetes y la hipertensión arterial que, a largo plazo, generan problemas oculares.
Asimismo, “se deben consumir alimentos que contengan antioxidantes, betacarotenos y que sean ricos, especialmente, en vitamina A. Todos estos componentes cuidan y ayudan en los procesos de restauración de problemas metabólicos en los ojos”, puntualiza la doctora Rodríguez.
Lo más importante es llevar una dieta balanceada, evitando excesos de azúcares y de sal, porque esto podría producir enfermedades que a largo plazo generan problemas oculares.
Alimentos para la salud ocular
1. Pimentón: son ricos en vitamina C y contienen luteína y zeaxantina, carotenoides que mantienen los ojos brillantes y saludables. Estos también ayudan a neutralizar el daño oxidativo, así como a filtrar la luz azul que llega al ojo y a reducir el riesgo de cataratas y de degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
2. Verduras y hortalizas anaranjadas como zanahoria, batata y ahuyama: son ricas en betacarotenos, un pigmento que se transforma en vitamina A en el organismo. Esta vitamina es importante pues favorece el funcionamiento de la membrana conjuntiva y la córnea, y también permite a las personas ver mejor en condiciones de poca luz. De acuerdo con la OMS, la deficiencia de vitamina A en los niños es una de las principales causas de ceguera a nivel mundial.
3. Vegetales y hortalizas verdes como espinaca, brócoli y acelga: son una excelente fuente de vitamina C, entre otros nutrientes. De acuerdo con la Asociación Americana de Optometría, consumir 500 miligramos al día de ácido ascórbico, promueve la salud de los vasos sanguíneos de los ojos.
4. Semillas de girasol, linaza y nueces como las almendras: están llenas de vitamina E, la cual, según la Asociación Americana de Optometría, contribuye a neutralizar el daño oxidativo y a reducir la progresión de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y la formación de cataratas.
5. Grasas saludables, como las que se encuentran en el salmón y el aceite de oliva: en general, los ácidos grasos omega-3, particularmente los DHA y EPA, promueven el desarrollo visual y la función saludable de la retina. La deficiencia de omega-3 puede estar relacionada con los ojos secos.
Tenga en cuenta
Según la doctora Rodríguez, si una persona quiere tener una mejor visión, debe seguir los siguientes consejos:
Mantener una nutrición equilibrada, donde se prioricen las verduras, las frutas y las hortalizas y se reduzca el consumo de alimentos procesados que tienen exceso de azúcar y sodio.
No exponer los ojos directamente al sol, pues el efecto de la luz fuerte es acumulativo, con el paso de los años. Para ello, es necesario usar gafas oscuras con filtro ultravioleta.
Evitar el uso de pantallas y dispositivos electrónicos durante la noche. A lo largo del día, se recomienda realizar pausas durante el periodo de uso prolongado de estos equipos.
Lubricar los ojos, en caso de resequedad.
Tener consultas regulares de optometría y oftalmología para detectar cualquier problema que requiera un tratamiento oportuno.
* Periodista. Tiene un posgrado en Nutrición de la Universidad de Barcelona.
Dejar un comentario