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Bienestar Colsanitas

Así le cantaron a la vejez

Ilustración
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En la sexta década de la vida, las canciones que oímos de jóvenes tienen una gracia particular.

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Llama la atención ver cómo esa idea de la madurez y la vejez que teníamos de niños y jóvenes se desdibuja más y más a medida que pasan los años. Y a estas alturas de la vida muchas de esas canciones que considerábamos himnos de batalla hoy día las vemos desde una perspectiva mucho más risueña e incluso irónica.

Pienso en particular en la canción “My generation” (“Mi generación”) del grupo británico The Who, que se publicó en 1965 y que en uno de sus versos dice: “Espero morir antes de volverme viejo”. La canción la escribió el guitarrista Pete Townshend, que a los 76 años de edad sigue activo en los estudios de grabación y en los escenarios a pesar de que hace muchas décadas perdió su pelo y en su rostro se ven varias arrugas.

Muchas canciones muestran la idea de su propia vejez que tenían algunos músicos cuando rondaban entre los 20 y los 30, y lo cierto es que no coincide para nada con lo que de veras sucedió. En 1967 Paul McCartney escribió la canción “When I’m sixty four” (“Cuando tenga 64”), en la cual él se ve como un jubilado sin pelo. “Cuando tenga sesenta y cuatro años / Tú también serás vieja / Y si me lo pides / Podría quedarme contigo. / (…) El domingo por la mañana ir a dar un paseo / Arreglar el jardín, cortar la hierba, / ¿Quién podría pedir más? / Aún me seguirás necesitando, todavía me seguirás alimentando / Cuando tenga 64”.

Paul McCartney ya llegó a los 79 años y, desde que cumplió 64, en julio de 2006, ha realizado innumerables giras, publicado seis nuevos álbumes y sigue con su mata de pelo intacta. Lo único que delata el paso del tiempo son las arrugas de su cara.

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Otro cantante que en su juventud se preocupó por la vejez fue Joan Manuel Serrat. En la canción Llegar a viejo, que escribió en 1987, cuando andaba por los 45 años, canta: “Si el cansancio y la derrota, no supiesen tan amargo/ Si fuesen poniendo luces, en el camino, a medida / que el corazón se acobarda/ Quizá, llegar a viejo/ sería más razonable. / Más apacible. Más transitable”.

De nuevo, la misma historia. Serrat, un año menor que McCartney, llegó a la tercera edad muy activo en escena, con grabaciones y giras muy alejadas de esa mirada que él tenía de joven de su vejez. En noviembre del año pasado anunció su retiro de la escena con una gira prevista para este Lo mismo puede decirse de Charly García. En 1973, cuando formaba parte del grupo Sui Generis y andaba por los 23 años de edad, escribió la canción Cuando me empiece a quedar solo, en la que se ve como un ídolo musical olvidado por el público. Entre otras cosas la canción dice: “Tendré los ojos muy lejos / y un cigarrillo en la boca. / El pecho dentro de un hueco / y una gata medio loca (…) Una vejez sin temores / y una vida reposada / Ventanas muy agitadas / y una cama tan inmóvil”. Quienes han seguido la trayectoria de García coincidirán con él en un solo verso: “Una vejez sin temores”. Su vida, marcada por altibajos creativos y excesos que pusieron en peligro su salud y su integridad física, ha sido la de un eterno rebelde que aún, a los 70 años de edad, no parece dispuesto a tirar la toalla.

Jacques Brel, legendario cantante belga que nació en 1929, también se preocupó por el asunto en 1963, cuando andaba por los 33 o 34 y grabó la canción “Los viejos”, a quienes describe de una manera muy desesperanzadora. Entre muchas otras estrofas (la canción es muy larga), se despacha contra los ancianos con estas palabras: “Los viejos ya no sueñan / Sus libros se duermen/ Sus pianos están cerrados / El pequeño gato está muerto. / Domingo moscatel / No los hagas cantar más. / Los viejos no se mueven. / Sus gestos tienen demasiadas arrugas / Su mundo es demasiado pequeño / De la cama a la ventana / Luego de la cama al sillón y luego / de cama en cama”. Brel murió de cáncer de pulmón en 1978, antes de llegar a los 50, así que no alcanzó a experimentar las mieles y las hieles de la tercera edad.

 

*Periodista y escritor. Miembro del consejo editorial de Bienestar Colsanitas.

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Eduardo Arias Villa

Periodista y escritor. Miembro del consejo editorial de Bienestar Colsanitas.