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Bienestar Colsanitas

Mitos y realidades del VIH

Mucha gente todavía tiene miedo de contagiarse de VIH en una oficina o en un baño público; todavía hay personas que son despedidas de sus trabajos por tener VIH, aunque esto sea ilegal. Todo es producto de los mitos y la estigmatización que sigue rodeando esta enfermedad. Aquí mostramos cuáles son verdaderos y falsos.

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Solo se deben hacer la prueba las personas que están dentro de los grupos de riesgo

Falso. La principal causa de riesgo para contraer el VIH es tener una vida sexual activa sin protección. No importa si se trata de una ama de casa o si se tiene pareja estable. Una de cada tres personas no sabe que tiene la enfermedad. Hacerse la prueba es la única herramienta que ayudaría a reducir esta cifra. Todavía existe mucho tabú, incluso de parte de los médicos, de exigir a sus pacientes hacerse la prueba. Por su parte, los pacientes en general son reacios a hacérsela. Según el infectólogo y especialista en VIH, Carlos Álvarez, aunque desde hace años se ha trabajado en este aspecto, aún falta mucho por hacer. Desde 2005 es obligatorio ofrecer la prueba de VIH a las mujeres embarazadas con el fin de evitar la transmisión al bebé, pero aún así, muchas veces no se les realiza.

No importa cuándo se hace el diagnóstico

Falso. Mientras más pronto, mejor. Por varias razones, explica Álvarez: no se contagia a otras personas (una persona con VIH normalmente no quiere infectar a las personas que quiere); mientras más rápido se detecte, más rápido se evita el deterioro y la persona se recupera más fácilmente. La enfermedad es asintomática en una primera fase y cuando llega al estadio sida es más difícil de tratar con éxito. Detectarla tardíamente incrementa las posibilidades de morir por un virus oportunista, mientras que un diagnóstico temprano garantiza una alta expectativa de vida.

Una persona con VIH puede mantener relaciones con otra persona con VIH sin protección

Falso. Si una pareja de personas con VIH mantiene relaciones, deben hacerlo con protección para evitar la reinfección. Hay varios tipos de VIH, algunos pueden ser más virulentos o resistentes. Además, si tiene relaciones desprotegidas, una persona con VIH también puede adquirir otras enfermedades como hepatitis B y C.

Las mujeres con VIH no pueden ni deben tener hijos para evitar el contagio

Falso. Si una mujer ya ha sido diagnosticada con VIH y quiere ser mamá puede embarazarse, y evitar contagiar a su hijo siguiendo el tratamiento. El tratamiento debe hacerse durante el embarazo, deben tomarse medidas en el parto y la madre no podrá amamantar al bebé. Si no se hace el tratamiento, la posibilidad de transmitir el virus al feto es de 33%, mientras que con el tratamiento es el 1%.

El VIH es mortal

Falso. No existe cura para el VIH, pero el tratamiento actual es muy potente y evita que el virus se replique y mate células sanas. Un paciente con VIH bajo tratamiento tiene altas probabilidades de llevar una vida normal, y su esperanza de vida es casi similar a la de una que no tiene VIH. El doctor Álvarez cuenta que Colombia ha ido a la par de otros países en el suministro de medicamentos antirretrovirales. Sin embargo, la mortalidad no ha variado mucho y se sigue muriendo gente con VIH en Colombia. Esto se debe a que en algunas regiones la atención todavía es mala, y cuando no recibe el tratamiento el paciente con VIH no exige, por la estigmatización que conlleva la enfermedad. Si la persona tiene acceso al tratamiento, el VIH se comporta como una enfermedad crónica manejable.

El futuro de la enfermedad es incierto y desolador

Falso. Se puede avizorar que en el mediano plazo el tratamiento será más efectivo y que las continuas campañas de educación bajarán la tasa de contagio. Los medicamentos son cada vez más potentes: “En 1998 formulábamos 10 a 15 tabletas al día, con efectos secundarios y ciertas limitaciones de horarios para tomarlos. Ahora el tratamiento es una tableta o dos y tiene muy pocos efectos secundarios”, relata el doctor Álvarez. Se está investigando un medicamento que se inyecta y tiene un efecto durante varias semanas, para evitar tomar medicamentos cada día. Esto también conlleva un problema: la efectividad de los tratamientos ha hecho que mucha gente le pierda el miedo al contagio y esto se está reflejando en que hay aumento de otras enfermedades de transmisión sexual como la sífilis.

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