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Bienestar Colsanitas

Mitos y realidades del trastorno bipolar

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Junto a la psiquiatra Ana Millán, adscrita a Colsanitas, despejamos las dudas más frecuentes acerca de esta enfermedad que afecta la vida de millones de personas.


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El trastorno bipolar es un desorden mental crónico marcado por tres características: manía, que provoca euforia, impulsividad, psicosis y sensación de energía excesiva; hipomanía, que presenta síntomas similares a los de la manía pero menos incapacitantes; y depresión, porque produce cuadros depresivos recurrentes. 

El origen de este trastorno tiene dos componentes importantes, el biológico y el genético. Biológicamente está relacionado al funcionamiento erróneo del sistema límbico, el responsable de regular las emociones y el estado de ánimo. Adicionalmente, tiene relación con el aumento y reducción de los niveles de distintos neurotransmisores como la dopamina, la serotonina, y la acetilcolina, involucrados en las fases maníacas y depresivas. 

Mito: El trastorno bipolar es poco común.

Falso. Según cifras oficiales de la OMS, el trastorno bipolar se presenta entre el 5 y 7 % de la población general, es decir, unos 45 millones de personas en todo el mundo. Aun cuando no parece una cifra tan grande, es un trastorno que con los años se ha diagnosticado con mayor frecuencia, principalmente en mujeres. Según un estudio de la Universidad Javeriana, la prevalencia en Colombia es del 1,2 %. 

Mito: Es difícil diagnosticar el trastorno bipolar porque los síntomas se pueden confundir con los de otra condición mental. 

Verdadero. Es fácil confundir el trastorno bipolar con otras condiciones mentales como la depresión grave. En Colombia esto ocurre en al menos un 80 % de los casos, según cifras de la Universidad de La Sabana. Sin embargo, como afirma la doctora Millán, psiquiatra adscrita a Colsanitas, es fundamental consultar con un profesional de la salud mental formado adecuadamente, que evitará demoras a la hora de recibir diagnóstico y tratamiento.

Mito: El trastorno bipolar es un cambio de emociones, parecido a lo que les pasa a todas las personas durante el día pero más fuerte.

Falso. Se cree que la bipolaridad se trata de pasar de una emoción a otra. Incluso, muchas veces de manera errónea se usa el término “bipolar” para denominar a alguien que pasa de la tristeza a la felicidad, aún cuando sabemos que estos cambios de humor suelen ser normales según las situaciones y el contexto que estemos viviendo.

Para la doctora Millán, una persona con trastorno bipolar que no recibe el tratamiento, puede experimentar cambios emocionales que pasan de episodios maníacos como la euforia, a fuertes episodios de depresión y síntomas adicionales cómo la inquietud, insomnio, hostilidad, alucinaciones, pensamientos suicidas, entre otros. Pueden llegar a ser tan fuertes que le impiden realizar sus funciones cotidianas, alteran sus relaciones interpersonales y no les permite ser productivos en ninguna esfera (social, laboral e interpersonal).

Mito: No hay un solo tipo de trastorno bipolar.

Verdadero. Según la doctora Millán, hay varios tipos y grados de trastorno bipolar: desde la persona que es funcional, está en tratamiento y puede tener una vida normal; hasta la persona que requiere tres o cuatro hospitalizaciones al año en clínica psiquiátrica. 

En primer lugar está la bipolaridad tipo I, que presenta características mixtas entre episodios de manía, hipomanía y depresión. En el tipo II, no suelen presentarse episodios de manía, sino de hipomanía y marcados periodos depresivos. 

Otro tipo es la ciclotimia, que también presenta una combinación de los síntomas principales, pero de forma leve y prolongada, que de todas formas termina afectando gravemente al paciente. Por último, está el trastorno esquizoafectivo de tipo bipolar que, aunque semejante al tipo I, se caracteriza por una aparición de síntomas psicóticos que incluyen alucinaciones y delirios. 

Todos estos tipos y grados del trastorno bipolar requieren atención inmediata y un tratamiento adecuado. Cabe aclarar que no son estáticos; una persona diagnosticada puede saltar entre los distintos tipos y grados de la enfermedad a lo largo de su vida.

Mito: El trastorno bipolar no se puede curar.

Verdadero. El trastorno bipolar es una enfermedad crónica, igual que la diabetes o la hipertensión; eso quiere decir que es tratable pero no curable. Sin embargo, un diagnóstico y tratamiento pertinente son vitales para tener la mejor calidad de vida posible.

TrastornoBipolar

Mito: Las personas con trastorno bipolar no son lo suficientemente estables para cumplir con labores académicas o profesionales.

Falso. Dependiendo del tipo y gravedad del trastorno bipolar por el que estén atravesando, las personas con esta condición pueden ser totalmente funcionales y llevar a cabo cualquier labor académica o laboral gracias al tratamiento médico.

Mito: El riesgo de suicidio en una persona con trastorno bipolar es mayor que en otras personas.

Verdadero. Si el trastorno bipolar no es tratado y diagnosticado correctamente, puede terminar en suicidio hasta en un 15 % de los casos. Estos factores de riesgo son aún más graves en los casos en los que predominan los episodios depresivos y no se cuenta con una escasa red de apoyo familiar y social.

Mito: Debido a su condición, es casi imposible tener una relación sentimental con una persona diagnosticada con trastorno bipolar.

Falso. Una persona bipolar en tratamiento puede tener relaciones de pareja y de familia satisfactorias, afirma la doctora Millán. Además de poder tenerlas, estas relaciones son de gran importancia para la persona cuando se conforman como una red de apoyo, y se informan para comprenderla, en lugar de juzgarla o sobreprotegerla.  

Mito: Una persona con trastorno bipolar tiene pocas opciones para controlar su condición.

Falso. Hoy en día hay muchas opciones para tratar el trastorno bipolar. El tratamiento farmacológico, la psicoterapia y una fuerte red de apoyo, son fundamentales para mejorar la calidad de vida de la persona diagnosticada. 

Mito: Una persona con trastorno bipolar debe llevar hábitos de vida muy saludables.

Verdadero. En términos generales, los hábitos de vida saludables aportan al bienestar y salud mental de todas las personas. Sin embargo, hay una serie de hábitos que pueden mejorar al paciente y complementar el tratamiento médico. Entre estos hábitos se encuentran la constante introspección, una adecuada higiene de sueño, evitar el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, una alimentación saludable, actividad física frecuente, tomar los medicamentos recetados de manera adecuada, evitar situaciones de alto estrés, entre otros.

Mito: El trastorno bipolar puede llegar a ser hereditario.

Verdadero. Del 5 al 10 % de los hijos de padres bipolares pueden tener el trastorno, según la doctora Millán. Un estudio realizado en 2014 sugiere que los factores genéticos, especialmente las relaciones familiares directas, tienen un papel esencial en la aparición de este trastorno. 

Esto no quiere decir que todas las personas diagnosticadas vayan a heredar el trastorno bipolar a sus hijos. Esta enfermedad puede desarrollarse en una sola persona de la familia y no volver a presentarse en otra generación.

Mito:  Un niño no puede padecer trastorno bipolar. 

Falso. Los niños y adolescentes pueden padecerlo, sobre todo si se tiene historia familiar de trastorno bipolar. Sin embargo, el diagnóstico en edades tempranas suele ser mucho más difícil debido a que los síntomas son distintos a los que se dan en la adultez. 

 

*Periodista de Bienestar Colsanitas y Bacánika

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Laura Daniela Soto Patiño

Laura Soto es periodista y redactora de Bienestar y Bacánika. Bumanguesa de nacimiento, boyacense de corazón y bogotana por adopción. Vive con su gata Morita y sus orquídeas. Romántica irremediable, le toma fotos a la comida y ama a su familia más que a nada en el mundo.