Las infecciones por parásitos intestinales pueden afectar la salud a pesar de que muchas veces los síntomas son leves o inexistentes.
egún la Organización Mundial de la Salud, más de la quinta parte de la población mundial está infectada con uno o más parásitos intestinales, que pueden ser desde microscópicos protozoos (organismos unicelulares) hasta lombrices solitarias que pueden alcanzar los 10 metros de longitud en casos extremos. Cualquiera puede contraerlos, aunque es más frecuente en personas que viven en zonas donde se dificulta el acceso al agua potable.
Según Carlos Álvarez, infectólogo y epidemiólogo de Colsanitas, las principales causas de una parasitosis son el consumo de agua o alimentos contaminados, pero también ocurre por contacto con superficies donde se encuentran estos organismos o sus huevos. En el caso de parásitos como la tenia y los oxiuros, sus huevos pueden entrar al organismo por la boca y desde allí viajar al intestino, donde eclosionan y se reproducen.
Aunque la mayoría de los parásitos intestinales no ocasionan ninguna enfermedad, el exceso de estos en nuestro organismo puede causar picazón anal o vaginal, náuseas, dolor abdominal y diarrea. En escenarios más críticos, pueden provocar hemorragias internas. También existe una posibilidad menor de que los parásitos invadan otras partes del cuerpo como los pulmones, el hígado o el cerebro.
En el caso de los niños, la parasitosis está relacionada con desnutrición y problemas en el desarrollo. Según la gastroenteróloga de Colsanitas Margarita Hernández, desparasitarse es particularmente necesario en pacientes inmunosuprimidos, ya que su sistema inmunológico es deficiente a la hora de contener a los parásitos.
Las principales causas de una parasitosis son el consumo de agua o alimentos contaminados.
Aunque la OMS recomienda purgarse dos veces al año, el doctor Álvarez aclara que la frecuencia depende mucho de la exposición que tengamos a los parásitos: “Si una persona tiene hábitos sanitarios adecuados, se lava las manos correctamente después de ir al baño y bebe agua hervida o tratada, no tiene por qué desparasitarse con esta frecuencia”.
Hay que tener en cuenta que los parásitos son más frecuentes en zonas rurales que urbanas. “Si uno vive en una ciudad y goza de acceso a alcantarillado y agua potable, lo mejor es desparasitarse solo cuando haya síntomas”, dice la doctora Hernández. Es necesario añadir que si uno vive con mascotas y estas no se desparasitan con la frecuencia adecuada, los parásitos que viven dentro de ellas pueden llegar a los seres humanos a través de los excrementos y la saliva.
¿Cómo purgarse?
Si bien en internet abundan los remedios caseros para desparasitarse o purgarse, no se recomienda su uso. Para Hernández, muchos de estos remedios funcionan como laxantes que aunque estimulan la evacuación, no eliminan los parásitos ni sus huevos. En ese sentido, lo más aconsejable es acudir a un profesional de la salud para que realice un chequeo médico y, si lo considera conveniente, ordene realizar una muestra fecal. De esta manera, él o ella podrá decidir un medicamento apropiado para cada caso.
¿Los purgantes tienen efectos secundarios?
Los antiparasitarios son medicamentos seguros y no representan ningún riesgo para la salud. Sin embargo, en algunas personas pueden causar mareo, dolor de cabeza y malestar abdominal. A pesar de que ciertos medicamentos como el Metronidazol pueden matar bacterias que hacen parte de la microbiota (flora intestinal), el daño ocasionado normalmente es mínimo ya que las bacterias se reproducen rápidamente. Por lo general, los antiparasitarios están hechos para ser selectivos en cuanto a los organismos que se desea eliminar.
*Periodista de Bienestar Colsanitas.
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