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Bienestar Colsanitas

Acampadas de lujo

El glamping se ha convertido en una interesante opción de turismo para aquellos que aman estar en contacto con la naturaleza, pero no quieren perder del todo las comodidades de un buen hotel.

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esconectarse de la rutina y entregarse a la naturaleza es el plan al que muchos le apuestan cuando planean unas vacaciones o unos días de descanso. La necesidad de salir de lo conocido para buscar tranquilidad cerca de montañas, desiertos, lagos y ríos ha hecho que el glamping se haya convertido en una seductora opción para los viajeros. ¿El qué? El glamping, una fusión de las palabras glamour y camping.

Se trata de una alternativa que ofrece el encanto de acampar al aire libre, pero con las comodidades que se encuentran en un buen hotel. La carpa ya está lista, no hay que armarla ni tratar de acondicionarla para el frío o el calor, pues cuentan con calefacción o aire acondicionado; hay camas cómodas que evitan tener que pasar la noche en una estrecha bolsa de dormir; también luz eléctrica y baño con ducha privada.

En realidad, el glamping es una práctica antiquísima que se remonta a los viajes de grandes reyes, cuando para manejar a sus ejércitos, conquistar nuevos territorios o recorrer zonas de sus dominios, se transportaban con amplias tiendas que intentaban emular todas las comodidades y lujos de los palacios. Los otomanos, por ejemplo, utilizaban para sus ceremonias culturales carpas con tejidos de seda y valiosos objetos. Durante la época del conquistador mongol Gengis Kan, carpas llenas de colores, bordados de oro y muebles de lujo eran llamadas palacios móviles. En los siglos XIV y XV se extendieron por India, China y Turquía, y luego su uso se popularizó en países como Francia e Inglaterra.

El glamping renació entre los siglos XIX y XX gracias a las primeras expediciones de americanos y europeos por África, quienes se encargaron de unir la fascinación por la exuberante naturaleza africana con los beneficios occidentales como camas grandes, lujosas sábanas, alfombras y un exquisito mobiliario.

Hace pocos años el glamping se popularizó de nuevo. Celebridades como Madonna, Kate Moss y Justin Bieber comenzaron a elegirlo como un exótico destino turístico, y parejas de aventureros, amantes del medio ambiente y la libertad encontraron en el glamping lo que estaban buscando: un poderoso combo de naturaleza y confort. En Colombia, han crecido los adeptos a este tipo de experiencias y cada vez son más los lugares que ofrecen esta alternativa en diferentes zonas del país, con climas y paisajes diversos.

Aunque hacer glamping está lejos de ser una opción tan económica como el camping (hay hospedajes desde $250.000 hasta $950.000 la noche), vale la pena descubrir el encanto que envuelve los lugares donde se encuentran ubicados. Cada espacio le apuesta a una experiencia única y original: hay glampings con amplias tiendas de lona, eco lodges construidos con madera, estancias edificadas en los árboles, tipis (carpas cónicas), yurtas (carpas de forma cilíndrica), tiendas de safari y domos semitransparentes, que permiten observar desde adentro lo que acontece en el cielo. Una opción para adentrarse en el corazón de la naturaleza sin perder los placeres de la vida moderna.

¿En dónde en Colombia?

Cinco opciones que prometen una memorable estancia al lado de la naturaleza en diferentes zonas del país.

NATIVO

1. Nativo Glamping (Barichara)

Siete carpas estilo safari con baño privado y hamaca, a solo tres kilómetros de Barichara. Es pet friendly y ofrece actividades de senderismo, espeleología, masajes, clases de yoga y clases de panadería. Por cada reserva se planta un árbol en el bosque seco tropical que rodea el lugar.

CO

2. Glamping Colombia (Guatavita)

A orillas del embalse de Tominé, cuentan con domos semitransparentes que permiten ver el cielo y las estrellas. Además, ofrecen excursiones a reservas naturales y servicios de aromaterapia, cromoterapia y masajes.

NIDO

3. Niddo (Suesca)

Tienen carpas de tres tamaños diferentes (la más grande se asemeja a una casa), con calefacción, baño y fogatas privadas rodeadas por las imponentes rocas de Suesca. Además, es pet friendly.

REVES

4. El color de mis Rêves (Villamaría, Caldas)

Seis carpas, cuatro con chimenea interna y dos con tina de agua caliente al aire libre y sala para fogatas, ubicadas en un bosque húmedo de niebla donde no hay señal de celular, especial para desconectarse. Por lo demás, cuentan con todas las comodidades. Una zona perfecta para hacer cabalgatas, trekking y avistamiento de aves.

Bubblesky

5. BubbleSky (El Retiro, Antioquia)

Seis burbujas transparentes enclavadas en las montañas de Antioquia rompen la frontera entre el interior y el exterior. Cada espacio tiene jacuzzi, baño y grandes mallas para acostarse mientras se está suspendido en el aire en medio de los árboles.