Controlar la diabetes es fundamental para evitar o retardar la aparición o evolución de complicaciones asociadas a la enfermedad.
uando la diabetes está mal controlada la persona puede presentar algunos síntomas molestos como debilidad, visión borrosa, sed y orinar demasiado. Si el diabético no atiende estas señales del cuerpo y no se controla, con el tiempo pueden aparecer otras complicaciones propias de la enfermedad como dolencias en la retina o los riñones.
La Asociación Colombiana de Diabetes, en su publicación La cartilla de la diabetes, recomienda algunas acciones y cambios de hábitos para controlar e incluso prevenir la enfermedad. Los cambios de estilo de vida se consideran “terapéuticos” porque sus beneficios son equiparables con los efectos de los medicamentos, por esta misma razón deben ser recetados por los especialistas y deben asumirse con la rigurosidad de las medicinas.
1. Alimentación
Un plan de comidas equilibrado y supervisado por un especialista es una de las claves para controlar la diabetes. Por fortuna, la dieta de una persona diabética es saludable para toda la familia, así que la adaptación puede hacerse en grupo. La dieta toma en cuenta la edad del paciente diabético, el peso y si hay algunas condiciones especiales como es el caso de las embarazadas o madres lactantes. También tienen en cuenta el tipo de diabetes y la presencia de otras enfermedades como hipertensión arterial o afección renal.
Sin embargo, hay recomendaciones generales que sirven a todos para tener una vida saludable: evitar los alimentos fritos, consumir carnes magras, comer las frutas enteras en lugar de en jugos, evitar salsas con alto contenido de grasa, preferir los aceites vegetales puros como el de oliva, usar la sal con moderación, tomar de seis a ocho vasos de agua al día. Es importante respetar las porciones y las horas en las que se consumen los alimentos.
2. Ejercicio
La actividad muscular hace que la glucosa entre en las células sin la ayuda de la insulina. Por eso, se recomienda a los diabéticos que practiquen ejercicios aeróbicos como caminar, trotar, montar bicicleta o nadar. El tiempo recomendado es de mínimo media hora al día y preferiblemente de una hora. Y la frecuencia mínima es de tres veces a la semana. La intensidad del ejercicio se calcula luego de tomar la frecuencia cardiaca en reposo: el ejercicio debe aumentar las pulsaciones por encima de la intensidad mínima y sin exceder la máxima. Se recomienda no practicar deportes muy rudos o con alto riesgo de accidentes.
3. Exámenes
Realizar periódicamente los exámenes que el médico especialista recomiende para detectar posibles complicaciones, o para hacerles seguimiento en caso de que hayan sido diagnosticadas. Además de las evaluaciones periódicas del peso, deben examinarse pies, ojos, corazón y presión arterial. Se requiere un equipo multidisciplinario para lograr un buen control.
4. Medicamentos
Muchas personas con diabetes tipo 2 inician tratamiento con antidiabéticos orales desde el diagnóstico. Estas medicinas ayudan a controlar las cifras de glucosa en la sangre en las personas con diabetes tipo 2 que no han logrado buen control con dietas y ejercicio.
5. Glucometrías
El mercado ofrece una enorme gama de glucómetros que pueden emplearse en cualquier lugar para que la persona controle las glucemias antes y después de las comidas. La frecuencia con la que debe hacerse glucometrías depende del tipo de diabetes y del tratamiento. Suele tener mayor frecuencia cuando se usa insulina o cuando se está ajustando la dosis. Es importante llevar un registro de todas las mediciones para que pueda ser analizado por el médico.
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