La mesa de noche, el cajón de chécheres y el depósito son algunos lugares de la casa donde se esconde el desorden. Aquí le contamos cómo acabar con él.
rganizar la casa es una tarea dispendiosa pero al mismo tiempo gratificante, que genera armonía y felicidad porque todo está en su lugar. Sin embargo, con el paso del tiempo y las rutinas del día a día, el desorden podría volver a aparecer. Estos lugares provisionales donde van a parar todos los objetos sin lugar los he bautizado como “escondites del desorden”.
Algunos escondites más comunes son la mesita de noche, el cajón de chécheres o misceláneas ubicado en la cocina o en el estudio, el espacio debajo del lavaplatos (o sus similares como lavadero o lavamanos) y el depósito.
Es posible que tenga más escondites del desorden de los que cree. Para identificarlos, revise cada sector de su hogar, analice cuáles cajones o gavetas no abre hace mucho. Si cuando lo hace se da cuenta de que no sabe qué hay adentro pero sigue guardando objetos de forma automática, ese es un escondite más del desorden.
Aquí encontrará algunas medidas para desaparecer el desorden de esos lugares.
Cajón de chécheres
Este es uno de los escondites favoritos para guardar “provisionalmente” lo que nunca vamos a usar, pero que queremos guardar “por si acaso”. Puede estar ubicado en la cocina o el estudio. Allí van a parar papeles, materiales de papelería o costura que no llegan a su destino final o cualquier objeto que consideramos útil, pero al no encontrarlo cuando lo necesitamos, se deja en el olvido. Es común que todo su contenido sea olvidado.
La forma más simple de decirle adiós a este escondite es depurar, depurar y depurar. Este proceso es muy sencillo, no demora más de 45 minutos, ya que quedarán muy pocas cosas que usted considere necesarias para su casa, lo demás se irá a la basura, donación o regalo. Los objetos o documentos que realmente son útiles irán inmediatamente a su lugar. Este cajón debe desaparecer de su casa, así no habrá un espacio “provisional” para los objetos o papeles y nadie recaerá en esta mala costumbre.
Mesita de noche
Este pequeño mueble anexo a la cama, muchas veces con cajones, tiene una función principal: proveer de los elementos personales que su dueño necesita tener a la mano para unas rutinas simples y prácticas. En este espacio debe existir lo estrictamente necesario para cumplir con esta función. En muchas ocasiones confundimos su objetivo y empezamos a convertirla en una mini bodega de facturas viejas, accesorios para el pelo, colección de esferos o lápices, libros, papeles que no tienen un lugar en el archivo, portavasos (y vasos vacíos), joyas, relojes, etc. Y nos vamos acostumbrando a tener este mueble abarrotado de cosas innecesarias hasta el punto que da pereza abrir el cajón. Esto va generando un ruido visual que interrumpe el flujo de armonía en uno de los lugares más privados e importantes de la casa: su habitación.
La solución a este escondite es un proceso sencillo que no demora más de 45 minutos:
Sacar todo su contenido del cajón y despejar su superficie.
Depurar, dejar sólo lo que sirve para las rutinas diarias, lo demás se va a la basura.
Clasificar los objetos en categorías simples: cuidado personal, esfero, monedas, gafas, etc.
Antes de guardar, se debe zonificar mentalmente el cajón, dependiendo de las categorías. Haga divisiones de cartón o cómprelas, siempre teniendo en cuenta las medidas del cajón y de los objetos.
Poner las divisiones y asegurarse de que queden bien adheridas (use cinta transparente). Ubicar los elementos en cada zona. Nada debe quedar apilado (si esto pasa es porque todavía le falta depurar más), todo el contenido debe verse al abrir el cajón.
Ubicar en la superficie únicamente lo decorativo y funcional para su día a día: portavaso, un libro y un organizador para las joyas que se quita al acostarse. Le aconsejo dejar un 50 % de la superficie despejada. Lo demás puede ser reubicado en su lugar correspondiente. Si es de extrema necesidad puede ir dentro del cajón.
Tenga buenos hábitos de orden. Antes de guardar algo en el cajón piense si es necesario que vaya ahí o si debe ir en otro lugar. Bote todo lo que no tiene ninguna función, incluso antes de que llegue a su cuarto.
Debajo del lavaplatos (lavamanos o lavadero)
Este espacio es muy desaprovechado. Su amplitud vertical nos confunde y creemos que es un espacio sin fondo y lo vamos abarrotando de objetos. Sin embargo, al estar tan saturado, no es muy práctico encontrar lo que buscamos.
Muchas veces no se sabe cómo organizar este espacio ya que, por incluir tubería, puede ser un reto aprovechar cada centímetro de forma funcional. Esta es la forma de poner todo en su lugar:
Desocupar todo el espacio.
Depurar. Dejar sólo lo que sirve para las rutinas diarias correspondientes a ese espacio. Botar envases con productos vencidos o sin etiquetar ya que pueden ser perjudiciales.
Agrupar los elementos por categorías simples: aseo de baños, aseo de pisos, bolsas de basura, detergente, etc.
Zonificar el espacio dependiendo de las categorías. Recuerde que debe aprovechar cada centímetro en sentido vertical.
Usar cajas de plástico apilables y etiquetarlas. También puede poner ganchos adhesivos en las puertas y paredes del mueble que le ayudarán a organizar cepillos o toallas.
Antes de comprar otro producto de aseo cerciórese de que realmente no lo tiene. Al hacer compras ubique cada producto en su caja.
Depósito
Este sitio es uno de los más olvidados de la casa. Aquí se guardan, de manera desordenada, los objetos menos usados o que no se usan en años. Es el escondite favorito porque se deja ahí el objeto y hasta el próximo año se vuelve a ver. Sin embargo, este espacio debería ser mejor aprovechado, debería ser funcional y más frecuentado para que no sólo sirva para guardar y guardar sino que sea de constante utilidad.
Depurar y organizar por categorías será un trabajo duro pero satisfactorio. Le recomiendo hacer este plan con su familia o con alguien que lo ayude (amigo o profesional de la organización de espacios) para que no se desanime a mitad del camino. También le sugiero almacenar sus categorías en cajas plásticas apilables, ya que se necesita conservar herméticamente todos los objetos para protegerlos del polvo y la humedad. Si es posible, instale estanterías para que aproveche todo el espacio. Además, recuerde etiquetar cada caja con su contenido exacto. Por ejemplo: no sirve poner “Navidad”, es necesario ser más específico: “Pesebre Navidad”, así encontrará todo más rápido y su visita a este lugar será más agradable.
Con estos consejos espero desaparezca estos escondites de su casa, se enamore cada día de todos sus rincones y sienta que su día a día es más simple y armónico. Su casa es su refugio, no lo olvide. En ella usted se recarga de energía y vive los mejores momentos, no deje que ciertos lugares estanquen esa felicidad, mantenga el orden y verá todos los beneficios que esto le trae.
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