El autor, que curó la exposición que celebra los 60 años de la Biblioteca Luis Ángel Arango, eligió las diez piezas que más lo emocionaron. Esta lista es una invitación a recorrer una muestra que revela el país que somos.
na amiga te manda decir lo siguiente: que salió de la exposición con un dolorcito, que le está doliendo Colombia”, me escribió ayer un historiador. No pude evitar sonreír, y no por crueldad ni mucho menos.
Hace un año, cuando no llevaba muchos días de investigación curatorial y de revisión de manuscritos, diarios, cartas, primeras ediciones y demás, tomé dos decisiones: primero, iba a concentrar la exposición en Colombia, en narrar Colombia; así que decidí dejar atrás (con una que otra excepción justificada, al menos eso creo) joyas europeas y demás. Y segundo, no iba a hacer una muestra complaciente y elogiosa.
No. Quería mostrar también lo que nos pica, lo que nos molesta, lo que nos avergüenza. Nuestras guerras absurdas, el racismo, el clasismo, el machismo, paracos, guerrilleros, traquetos, y el etcétera es bien largo. De ahí nació, entonces, la idea de las evidencias, como una buena forma de darle un nombre a la exposición. Evidencias. Pruebas —bonitas, feas, emocionantes, bochornosas, tiernas: las hay de todo tipo—, en fin, pruebas de lo que somos y hemos sido.
Me pidieron que hiciera un listado de mis piezas favoritas de la exposición. No sé si las que terminé escogiendo lo sean. Son, eso sí, las que más me emocionaron —negativa o positivamente— cuando las tuve entre mis manos por primera vez. Aquí van:
1. Cuaderno de dibujos de Andrés Caicedo
Dos obras de Andrés Caicedo: un cuaderno con los dibujos que hacía cuando tenía siete años, estudiaba en el Colegio Alemán de Nuestra Señora del Pilar y soñaba con ser pintor, y el manuscrito de Que viva la música, su gran novela, publicada por Colcultura en 1977. Tras recibir el primer ejemplar impreso de Que viva la música, Caicedo se suicidó.
2. Cartas de Bolívar
El de estas cartas es otro Bolívar. No es ni el guerrero ni el pensador, sino un hombre desesperado en busca de hombres y dinero para terminar una campaña libertadora que estaba a medias. Fueron escritas entre Jamaica (donde redactó la famosa carta de Jamaica) y Haití, de donde se embarcó a recuperar Venezuela.
3. Transcripción de Vista desde una acera
Fernando Molano, autor de Un beso de Dick, murió en 1997. Dos años antes había recibido una beca de Colcultura para escribir Vista desde una acera, que permaneció inédita por largo tiempo. Alrededor de 2012, una amiga suya encontró esta transcripción en los archivos de la biblioteca. De aquí salió la versión que terminó publicada.
4. Comprimido
Uno de los menos conocidos experimentos periodísticos de García Márquez: Comprimido, el diario vespertino que durante seis días de 1951 hizo con Guillermo ‘El Mago’ Dávila, su compañero en El Universal de Cartagena. Las noticias eran cortas y muchas veces estaban cargadas de humor. El proyecto terminó, obviamente, por falta de dinero.
5. Relación de las personas que emigraron el 9 de agosto de 1819
Dos días después del triunfo libertador en la Batalla de Boyacá, el virrey Sámano y los suyos dejaban estas tierras para nunca más volver, como lo deja ver este listado de aquellos días. Al fin éramos libres. También, en las siguientes páginas, se hace una relación de los españoles que emprendían la huida en las zonas de Antioquia y Chocó.
6. Informe de Mutis
Carlos III apoyó la Expedición Botánica en buena medida porque quería saber qué más le podían dar las tierras en América. Por eso Mutis le rinde este informe sobre las ventajas de la quinua y su potencialidad comercial (que se cumplió a cabales). En la Expedición se recolectaron 20.000 especies vegetales y 7.000 animales.
7. Toi et moi
Una de las más bellas pruebas de amor de nuestra historia. En 1935, el artista Sergio Trujillo Magnenat transcribió primeros poemas de Toi et moi, el volumen de 1912 de Paul Géraldy, en este libro ilustrado a mano, que dedicó a la también artista Carolina Cárdenas, su amiga, de quien siempre habría estado enamorado. Carolina murió un año después.
8. Proceso de elaboración de la cerveza
Lista de entidades comerciales sujetas a liquidación. De 0052 a 0054. Estas dos piezas hablan del papel de Colombia en la Segunda Guerra Mundial. La primera es un memorando en el que se liquidan los negocios que los alemanes tenían en el país. En la segunda, Wilhelm Schmitt Stadler, técnico de Bavaria, que fue nacionalizada, se ve obligado a escribir un manual para que los colombianos que quedaban a cargo supieran cómo hacer cerveza.
9. De oratore
Se calcula que este libro fue impreso en Venecia en 1470. Se trataría, entonces, del incunable (se les llama así a los libros elaborados entre la invención de la imprenta y el inicio del siglo XVI) más antiguo que hay en las colecciones públicas del país. Es una edición del más valorado de los tratados que hizo Cicerón sobre la oratoria.
10. Catálogo de la Colección Filandia
En 1891 el gobierno compró un tesoro hallado en Filandia, (hoy Quindío). Holguín Mallarino, el presidente, decidió regalarle a la reina de España 122 piezas de ese tesoro (compuesto por 433 piezas, todas de oro), porque su país fue juez en los problemas limítrofes entre Colombia y Venezuela. Aquí están el contrato de compra de la guaca, el listado de las piezas y los documentos que justifican el ‘regalo’.
11. Ñapa. Pablo Escobar Gaviria en caricaturas: 1983-1991
Pablo Escobar contrató a un hombre para que recogiera las caricaturas que sobre él se publicaban en los medios de todo el mundo. Después, las agrupaba y las convertía en libros. No fueron muchos los ejemplares que alcanzó a hacer: algunas fuentes hablan de nueve; otras, de cincuenta. Al de la imagen lo componen 351 caricaturas.
Fotografía: Cortesía Biblioteca Luis Ángel Arango
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