Las bondades de los productos lácteos no se limitan exclusivamente a su valor nutricional, sino que ayudan en el mantenimiento de diversas funciones fisiológicas y bioquímicas.
n la actualidad, los profesionales en salud y nutrición reconocen el aporte de la leche y sus derivados a una dieta saludable, pues aumentan los niveles de distintos nutrientes como el magnesio, calcio, potasio, riboflavina, folato y vitaminas A y D que ayudan al correcto funcionamiento del organismo.
La evidencia científica sugiere que el consumo de lácteos no conlleva riesgos cardiometabólicos como el perfil lipídico, la presión arterial, la resistencia a la insulina, la inflamación y la función vascular. Al contrario, algunos de los estudios más recientes muestran que los probióticos, péptidos y proteínas ayudan a fortalecer la capacidad antioxidante del organismo y mejoran los perfiles de grasa.
El dato
El yogur cumple una función estabilizadora de riesgos vasculares.
Según el estudio Los nutrientes de la leche en la salud cardiovascular del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación de España, se ha demostrado que las proteínas de la leche y los péptidos bioactivos resultantes de la hidrólisis enzimática, además de su papel nutrimental, ayudan en el mantenimiento de diversas funciones fisiológicas y bioquímicas: “Las principales acciones incluyen mejoramiento del rendimiento físico, mejora de la absorción de otros nutrientes, prevención de atrofia muscular, manejo de la saciedad y el peso, mejoramiento de la salud cardiovascular, reparación de heridas, actividad antihipertensiva, antitrombótica, antimicrobiana, antioxidante e inmunomodulatoria”.
Patricia Barrera, nutricionista adscrita a Colsanitas, explica que, más que el contenido de azúcar o grasa de lácteos como el yogur, la evidencia sugiere que la ingesta de este alimento ayuda a evitar el riesgo de padecer el síndrome metabólico: un conjunto de trastornos relacionados con el desarrollo de enfermedades cardíacas, derrame cerebral y diabetes. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud recomienda entre dos y cuatro raciones de leche al día en niños y adultos de todas las edades, pues aporta diferentes beneficios según la etapa de la edad del ser humano.
Recuerde:
Una dieta balanceada debe contener alimentos básicos y variados en cantidades moderadas para que el aporte nutricional sea completo.
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