El sentido del olfato funciona como un indicador temprano de alerta en diversas situaciones de riesgo. ¿Qué sucede si se altera? ¿Es posible recuperar el olfato?
La anosmia es la pérdida temporal o permanente del sentido del olfato. La dolencia ha ganado un creciente interés en los últimos años debido a la pandemia de Covid-19, pues uno de los síntomas más característicos del virus, al menos en sus etapas iniciales, era la pérdida del olfato. Antes de esto, los distintos trastornos del sentido del olfato no generaban mucha preocupación, ni la necesidad de buscar tratamiento médico.
El sentido del olfato tiene su base en células sensoriales llamadas neuronas olfativas, ubicadas en la parte superior de la nariz. La anosmia puede ocurrir por daños en esas estructuras transmisoras de señales olfativas al cerebro. La otorrinolaringóloga Lorena Ramírez, adscrita a Colsanitas, explica las distintas causas de la afección.
-Problemas obstructivos. Tumores, sinusitis, rinitis e infecciones respiratorias como la influenza o el Covid-19 pueden obstruir el conducto respiratorio, afectando así el sentido del olfato.
-Causas traumáticas. Un historial de lesiones directas en los nervios, como un traumatismo craneoencefálico, puede alterar el olfato.
-Enfermedades neurodegenerativas. La anosmia puede ser el primer síntoma de enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer. Es crucial consultar a un médico y realizar seguimiento de la mano de un neurólogo. El riesgo aumenta si existen antecedentes familiares.
-Idiopática. En algunos casos, después del proceso diagnóstico no se llega a una causa específica.
Durante muchos años se creía que la recuperación completa del sentido del olfato no era posible. "Se consideraba que las células dañadas no se regeneraban. Sin embargo, con el aumento de la investigación por la pandemia se encontró que las células basales, ubicadas cerca de las neuronas, desempeñan un papel en la percepción del olor” explica la doctora Ramírez. Estas células, consideradas células madre, podrían contribuir en la regeneración de las neuronas y la recuperación del olfato progresivamente.
Terapia de entrenamiento olfatorio
Esta es la única alternativa para mejorar el olfato. Consiste en ofrecer diferentes olores a los pacientes, por un período determinado de tiempo, y llevar un seguimiento. "Comenzamos con cuatro olores específicos: rosa, eucalipto, clavo y limón con citronela; la prueba incluso se puede hacer en casa con esencias de los olores. Se aplica una pequeña cantidad de cada aroma en un papel y la idea es exponerse al olor durante diez segundos; tener una pausa de 15 a 20 segundos y cambiar al siguiente aroma. Se repite el ciclo cada 12 semanas y se van cambiando los olores", explica la doctora Ramírez.
Este proceso entrena nuevamente el epitelio olfatorio y reconstruye las conexiones perdidas, dado que el paciente debe imaginar el olor mientras lo percibe. Hasta el momento, es la única opción disponible; no existen medicamentos comprobados para revertir la pérdida del olfato.
Si usted tiene anosmia es importante tomar medidas de seguridad como instalar alarmas de humo y gas, y etiquetar los alimentos con fechas de vencimiento para prevenir accidentes domésticos e intoxicaciones. Se recomienda acudir al médico si presenta anosmia, porque aunque la causa puede ser una gripa, esto no descarta posibles anomalías en el sentido del olfato.
El dato
Según la OMS, el 5 % de la población mundial padece anosmia.
Otros trastornos del olfato
- Hiposmia. Reducción en la capacidad de detectar olores.
- Parosmia. Distorsión en la percepción normal de los olores.
- Fantosmia. Se percibe un olor que en realidad no está.
- Cacosmia. Sensación de que todo huele mal.
- Este artículo hace parte de la edición 188 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.
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