Un especialista en salud mental explica algunos comportamientos inusuales en niños y adolescentes que podrían indicar la necesidad de ayuda y apoyo emocional.
Existen distintas razones por las que puede ser beneficioso que los niños y adolescentes asistan al psicólogo. Así lo afirma Mauricio Polanco, psicólogo adscrito a Colsanitas con maestría en psicología clínica y de la salud, y explica que un especialista puede ayudar a resolver distintas situaciones a las que se enfrentan los niños y adolescentes como “inseguridades, insatisfacciones, bloqueos, temores recurrentes, situaciones de violencia o matoneo, ataques de pánico, bajo rendimiento académico, conflictos con otras personas, duelos y problemas de separación de los padres, entre otros”.
Aunque lo ideal es que cada persona decida asistir al psicólogo cuando considere que lo necesita, puede que en la mayoría de los casos entre niños y adolescentes esa decisión parta de la recomendación o solicitud de otros, como por ejemplo de los profesores, un familiar que nota algo raro en su comportamiento, o de un amigo de la familia.
Señales de alerta
“Es común el silencio o el temor a expresar abiertamente los sentimientos, temores, inseguridades o emociones”, comenta el doctor Polanco. Por esta razón, explica que es clave identificar las señales de alerta para evaluar si el niño o adolescente podría necesitar apoyo de un especialista en salud mental. Algunas de esas señales son:
- Bajo rendimiento escolar
- Cambios repentinos de actitud
- Aislamiento social
- Ansiedad
- Temores injustificados
- Ataques de pánico
- Descuido de la imagen personal
- Compañías que lo perjudican
- Retraimiento
- Retraso en el desarrollo del lenguaje
- Problemas de conducta como mal comportamiento, hiperactividad, impulsividad, ataques de ira, tics o adicciones.
- Involución de procesos ya superados como orinar en la cama, sufrir pesadillas, despertarse en la noche o tener insomnio.
El doctor Polanco explica que estos comportamientos pueden ser el reflejo de que “están pasando por algo atípico, desconocido, desconcertante o preocupante como abuso, bullying, experiencias negativas del pasado, traumas o trastornos, entre otros”.
Y añade que lo recomendable es remitir a un hijo al psicólogo cuando se observa o se manifiesta directa o indirectamente que está pasando o viviendo alguna dificultad, como un problema que le cuesta resolver solo o que necesita de alguien más —ojalá imparcial— para que le oriente y ayude a disminuir el dolor, sufrimiento o inseguridad que le pueda estar impidiendo vivir y disfrutar de la vida con tranquilidad.
El dato
La depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento son una de las principales causas de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes, de acuerdo con la OMS.
Acompañamiento
El doctor Polanco explica que la recomendación es que los padres asistan a la consulta psicológica con sus hijos, en especial cuando están pasando por situaciones que afectan a toda la familia como una separación, divorcio, pérdida laboral o duelo.
Además, comenta que los problemas generalmente están asociados a todo el núcleo familiar y no únicamente al hijo. “Puede ser que la mala comunicación, el deterioro de una relación, los problemas de la cotidianidad (sean económicos o afectivos) lo estén afectando directamente”, añade.
Comunicación asertiva
Lo importante es establecer un buen nivel de comunicación que genere confianza, respeto, diálogo, tolerancia y aceptación. Para ello, se deben compartir, fortalecer y mantener ciertos espacios conjuntos como salidas, paseos, juegos o cenas en familia y establecer de forma clara unas normas y límites en el hogar.
De acuerdo con el doctor Polanco, también es fundamental enseñar desde el ejemplo y la coherencia para no enviar dobles mensajes, es decir, cumplir y hacer cumplir las reglas tratando en todo momento de comprender y ponerse en el lugar del otro.
Los padres son su guía
El trato que los hijos reciben de sus padres es determinante en su forma de relacionarse con otros. Los hijos se comportan en ambientes externos al de su hogar de la misma forma en la que son tratados por sus padres.
El doctor Polanco explica que cuando los niños reciben un trato respetuoso, cordial, sincero, honesto y abierto, así mismo se comportan durante su niñez y a lo largo de su vida.
La cifra
Uno de cada siete jóvenes de 10 a 19 años padece algún trastorno mental en el mundo, según la OMS.
¿Es recomendable llevar a los hijos al psiquiatra?
El doctor Polanco explica que lo ideal es tratar la situación con un psicólogo. Sin embargo, consultar a un psiquiatra puede ser recomendable “en algunos casos o situaciones de mayor gravedad, que impliquen la medicación para superar una afectación, trastorno o un aspecto físico prolongado o repentino relacionado con lo psicológico”, comenta.
La sugerencia es acudir primero al psicólogo para que evalúe la situación y luego del análisis acudir a un psiquiatra en caso de ser necesario.
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