Las condiciones extraordinarias en las que los seres humanos afrontamos esta emergencia de salud mundial, también involucran medidas especiales para convivir con perros y gatos. Dos experimentados veterinarios nos dan sus recomendaciones.
l cambio en las rutinas en estos tiempos de aislamiento físico social, tiene un fuerte impacto en las dinámicas del hogar, y esto incluye a las mascotas. Los paseos largos, el relacionamiento con otros animales, las sesiones de spa y las visitas de control al veterinario, inclusive para vacunarlos, están restringidas hasta nuevo aviso.
No hay evidencia científica de que los animales domésticos puedan resultar infectados por el COVID-19, pero se sabe que el virus puede sobrevivir 72 horas en cualquier superficie. Entonces, es probable que los animales se conviertan en vectores del agente infeccioso, al contribuir con su transporte. Por eso hay que tomar medidas extremas de higiene y protección para evitar que las mascotas estén en contacto con personas enfermas.
Manuel Ricardo Sánchez es médico veterinario senior de la Clínica Kanicat en Bogotá y conferencista internacional en temas relacionados con la medicina interna en animales, y dice que durante estos días de emergencia sanitaria ha sabido de colegas que han atendido perros y gatos con quemaduras, de primer y segundo grado, en sus patas o en el cuerpo. Así que lo primero que hay que saber es que no se pueden limpiar las almohadillas de las mascotas con cloro, vinagre puro ni alcohol. Son muy irritantes para ellos y cumplen exactamente la misma función que el agua y el jabón.
“Para las personas cuyos perros tienen que salir de la casa o el apartamento para hacer sus necesidades fisiológicas, es imposible evitar el paseo, al menos dos veces al día. Pero la recomendación es que sean caminatas de poca distancia y no más de 15 minutos. Que no frecuenten parques ni plazas porque la idea es evitar el contacto con otras personas o animales. Cuando regresen a casa, antes de entrar, laven los pulpejos con jabón corriente y abundante agua”, enfatiza el médico.
En el caso de las personas que han sido diagnosticadas con el COVID-19, es importante que den a cuidar su mascota a alguien de confianza, y se dediquen absolutamente a su recuperación.
Las medidas de confinamiento implementadas por algunos gobiernos, consideran el traslado de las mascotas al veterinario como una excepción. Sin embargo, la recomendación es que acudan únicamente cuando los síntomas sean alarmantes y no se pueda solucionar con una llamada telefónica o unos mensajes vía whatsapp con el especialista.
"La recomendación es que acudan únicamente cuando los síntomas sean alarmantes y no se pueda solucionar con una llamada telefónica o unos mensajes vía whatsapp con el especialista".
Sara Sánchez Hernández es médica veterinaria con formación en medicina holística y directora de la clínica Vet Smart en Bogotá, y advierte que los síntomas que pueden requerir el traslado obligatorio de la mascota al veterinario son: temperatura mayor a 39,5 grados, diarrea o vómito con sangre, dificultades respiratorias, intoxicaciones, traumatismos y hemorragias.
“En estos tiempos de aislamiento hay que recurrir a la llamada o el chat para hacer una consulta inicial con el veterinario. El profesional evaluará si se le puede dar manejo en casa y recetará los medicamentos indicados. Si no, lo aconsejable es que acuerden una cita personalizada para que no tengan que coincidir en la clínica con otros dueños de mascotas”, dice Sara.
El veterinario Manuel Ricardo Sánchez advierte que la automedicación en los animales domésticos es muy delicada, y peor aún en estos tiempos en los que es tan difícil trasladarse a los servicios clínicos para atender una intoxicación, un daño renal o una insuficiencia hepática causada por un uso contraindicado de las drogas. Un ejemplo frecuente que refiere la doctora es el uso de acetaminofén o ibuprofeno en perros, cuando son medicamentos que pueden generar daños graves en el sistema digestivo de los animales.
Afectación emocional
Ante los cambios en sus rutinas, las mascotas también pueden verse afectadas. Sara Sánchez comenta que los gatos son muy perceptivos de los sentimientos de los humanos con los que conviven, pero más bien son canalizadores de esas energías y contribuyen en el logro del equilibrio emocional de sus dueños. Y con respecto a los perros, en estos tiempos más que en ningún otro, pueden estresarse al sentir alteradas sus rutinas. Por eso, la receta es: más amor que de costumbre, baños, juegos en casa con pelotas, galletas para consentir, masajes relajantes, cepillado y arrunches.
“Esta situación nos alerta y nos obliga a ser muy solidarios con las especies con las que convivimos. Abandonar un perro o un gato en estas circunstancias no soluciona nada. Por el contrario, debemos recurrir a las acciones solidarias que nos permitan aliviar el desamparo en el que están muchos animales en las calles”, concluye la doctora.
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