En medicina, una urgencia es una situación que pone en riesgo la vida, la salud o la integridad física y mental de una persona.
Solemos acudir a urgencias cuando necesitamos atención médica inmediata debido a dolencias físicas, accidentes o por riesgo vital. Sin embargo, hay condiciones o eventos en la cotidianidad que llevan al límite la salud mental hasta llegar a necesitar ayuda al instante.
Aún cuando muchos de estos escenarios pueden apaciguarse en compañía de una red de apoyo sólida y a través de consulta externa con un especialista en psicología o psiquiatría, hay ciertas circunstancias donde resulta imprescindible acudir al centro de salud más cercano por una urgencia psicológica. Según el libro Salud Mental y Medicina Psicológica, “Si bien el riesgo vital existe en estos casos tanto para el paciente como para terceros, es habitual actuar para evitar el sufrimiento psíquico, la angustia y la alteración”.
La salud física y mental van de la mano
Aunque las razones más comunes para visitar una sala de urgencias sean físicas, no se debe desestimar la importancia de acudir por una afectación en la salud mental que paralelamente pueda estar causando síntomas físicos o que pueda ser el resultado de una condición médica que debe ser diagnosticada.
Según la doctora Ana Millán, psiquiatra adscrita a Colsanitas, “la importancia de recibir atención médica inmediata en ciertas situaciones no solo recae en sentirse mejor, sino en prevenir escenarios donde puedan haber consecuencias desastrosas para el paciente o incluso para la sociedad. Una urgencia psiquiátrica es como tener fiebre alta o vómito incontrolable”.
Adicionalmente, es importante tener en cuenta que algunos de los casos de urgencia psiquiátrica están fuertemente ligados a condiciones de salud física. Según el libro Salud Mental y Medicina Psicológica, “la aparición de síntomas psiquiátricos puede ser el resultado de enfermedades orgánicas, lo que debe evaluarse cuidadosamente, ya que en ocasiones dicho cuadro orgánico puede poner en riesgo la vida del paciente. Por otra parte, también cabe considerar que la presencia de un trastorno psiquiátrico puede producir síntomas físicos, como por ejemplo una crisis de pánico aguda.
Finalmente, se debe tener en cuenta la posibilidad de la coexistencia de trastornos psiquiátricos y enfermedades orgánicas”.
Algunos de los padecimientos físicos ligados a las urgencias psiquiátricas son: enfermedades neurológicas, cardiorrespiratorias, inflamatorias, infecciosas, endocrinas o metabólicas. También se debe tener en cuenta que algunas de las urgencias psiquiátricas tienen origen en el abuso de sustancias psicoactivas o farmacológicas y se pueden dar como efecto secundario de ciertos medicamentos.
Señales o síntomas
Cuando se trata de urgencias psiquiátricas, hay ciertos síntomas y señales que pueden indicarle que necesita asistencia profesional inmediata. Si usted o alguien que conoce presenta alguna de estas señales, es indispensable que acuda al centro médico más cercano:
1. Intento de suicidio o ideación suicida
2. Conducta agresiva
3. Agitación psicomotora
4. Episodios de ansiedad excesivos e incontrolables
5. Ataques de pánico inabilitantes
6. Alteraciones del sueño permanentes
7. Cuadros depresivos severos
8. Psicosis ( ideas de persecución o pensamientos que no son acordes a la realidad)
9. Trastorno de estrés agudo o estrés postraumático
10. Delirio o alucinaciones
11. Incoherencias en el habla
12. Abuso de sustancias
¿Cómo es la atención en caso de urgencia psiquiátrica?
Existen protocolos universales que permiten tratar las urgencias psiquiátricas de forma asertiva y adecuada. Según el protocolo general, el primer paso es una evaluación general del paciente, “en las urgencias psiquiátricas primero se descarta patología orgánica, por ejemplo estados de intoxicación, traumas craneanos o infecciones. Luego se avisa al médico psiquiatra para que valore al paciente y realice el examen mental, determinando así un diagnóstico y un plan de tratamiento que puede ser farmacológico o psicoterapéutico, y ambulatorio (por consulta externa) o intrahospitalario”, explica la doctora Millán.
Además de esto, la historia clínica es una gran herramienta para determinar si hay condiciones físicas o de salud mental que puedan estar influyendo en la urgencia psicológica o psiquiátrica, y la entrevista al paciente y a sus familiares o acompañantes para tener un plano general de los posibles desencadenantes de la situación.
Estos protocolos tienen como objetivo ofrecer atención inmediata a quien esté corriendo un riesgo grave, precisar los factores desencadenantes de la urgencia, establecer el tratamiento médico adecuado y vincular a la persona y a su red de apoyo a un proceso psiquiátrico o psicológico externo dependiendo del diagnóstico.
Para finalizar, hay que tener en cuenta que ninguna persona está exenta de presentar una urgencia de salud mental, sin importar si tiene antecedentes o no. Las urgencias psicológicas pueden desencadenarse por una gran cantidad de factores como la pérdida de un ser querido, una condición física, un ataque de pánico, y como cualquier urgencia requieren atención profesional e inmediata.
Si usted o alguien requiere atención, no dude en acudir a la unidad de urgencias más cercana a su hogar. Todas las clínicas, hospitales y centros médicos, cuentan con un protocolo de atención para este tipo de urgencias.
*Periodista de Bienestar Colsanitas
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