Siete especialidades se articulan para ayudar en la recuperación y rehabilitación de pacientes con secuelas generadas por el covid.
Dos tercios de las personas que tuvieron covid han manifestado secuelas de la enfermedad: fatiga constante, insomnio o dificultad para recordar los nombres de las cosas, son algunos de ellos. Hablamos de síndrome poscovid cuando los síntomas permanecen por más de 12 semanas después de confirmar el contagio. “A medida que pasa el tiempo vemos cada vez menos contagios de esta enfermedad, pero se empiezan a notar más las secuelas que generó”, señala Jaime Pineda, médico internista de Colsanitas.
Al comienzo se pensaba que el síndrome poscovid duraba hasta seis meses pero, con el paso del tiempo y el registro de sus efectos, se descubrió que puede llegar a extenderse hasta por 18 meses.
Un centro de atención integral
En septiembre de 2021, y como parte del Programa Integral Post-Covid, abrió sus puertas el Centro de Atención Integral Post-Covid (CAIP), un centro multidisciplinario de Colsanitas en el cual se realizan valoraciones e intervenciones a pacientes diagnosticados con el síndrome.
En este centro se realiza una valoración en circuito de distintas especialidades como fisioterapia, fisiología, medicina interna, nutrición, enfermería, psicología y trabajo social para obtener un diagnóstico, un plan de recomendaciones y un plan de rehabilitación dirigido.
“Las siete profesiones que valoran al paciente nos permiten tener una visión global e integral de su condición, no solo de la parte física, sino también de sus antecedentes, funcionamiento orgánico, psicológico y social. Esto permite que el paciente pueda volver a sus actividades diarias de forma satisfactoria”, afirma Andrés Pineda, coordinador del centro.
Un recorrido por el CAIP
El tercer y cuarto piso de la Clínica Pediátrica de Colsanitas alojan el gimnasio de rehabilitación y los consultorios del CAIP. En un solo día, los siete especialistas evalúan a cada paciente durante un recorrido que dura cuatro horas y 30 minutos, de esta manera:
1. Fisioterapia
Todo comienza en el gimnasio de rehabilitación. Una fisioterapeuta realiza una primera valoración indagando por la situación del paciente con el virus: ¿Estuvo hospitalizado? ¿Necesitó oxígeno? ¿Cuáles son las principales secuelas que le dejó el covid?
Después vienen las pruebas: equilibrio, flexibilidad, fuerza y respuesta cardiovascular. No son pruebas exigentes, pero sí muy específicas para revisar pequeños detalles que permiten saber si el paciente tiene un alto riesgo de caída, si está acondicionado o si se fatiga al más mínimo esfuerzo.
“Lo que se busca es saber si existen secuelas del covid y si esas secuelas son susceptibles de rehabilitación, para eso desarrollamos un plan personalizado”, explica Mery Alejandra Rodríguez, fisioterapeuta.
2. Fisiatría
La fisiatría es la especialidad encargada de evaluar la funcionalidad del paciente y su desempeño tanto en actividades de la vida diaria como ocasionales. En este caso, “el médico fisiatra evalúa todas las alteraciones posteriores a la infección para darles manejo”, explica Carolina González, médica especialista en medicina física y rehabilitación.
Con esta evaluación, González puede determinar si se necesita un plan de rehabilitación para tratar adecuadamente cada una de las fallas identificadas y mejorar las secuelas del covid en el paciente, bien sea para revertirlas o para ayudar a tener una buena calidad de vida.
3. Medicina Interna
En medicina interna se evalúan los antecedentes del paciente previo al contagio de covid y los efectos de la infección con esas patologías. “Evalúo síntomas, severidad, tratamientos recibidos y seguimientos que haya podido tener antes de llegar al centro”, dice Andrés Pineda, quien además se desempeña como médico internista del programa. Finalmente, en esta estación se evalúa cómo está el paciente en la actualidad con respecto a los síntomas de la infección y cómo pueden estar relacionados con otras condiciones de salud.
“La valoración del médico internista y de la fisioterapeuta adquieren un plus dado que busca corregir las situaciones que estén generando o perpetuando los síntomas, o dirigirlas a las subespecialidad necesarias para resolver los problemas que esté presentando el paciente”, explica Pineda.
4. Nutrición
Con la alimentación se presentaron dos situaciones con respecto al covid: los pacientes perdieron peso durante la enfermedad o lo ganaron por el encierro. En ambos casos, la consecuencia es la pérdida de masa muscular y aquí es donde empieza la integralidad que promueve el centro: la pérdida de masa muscular se puede asociar con riesgo de caída, con la fuerza o con el equilibrio.
Por eso esta especialidad hace una valoración completa del paciente y, de ser necesario, entrega un esquema de alimentación o menú modelo de acuerdo a los hábitos o indicaciones nutricionales para cada paciente. “Queremos mejorar su estado nutricional en pro de evitar complicaciones a futuro”, dice Viviana Casallas, nutricionista del CAIP.
5. Enfermería
Según explica Ximena Velasco Velasco, enfermera jefe y coordinadora operativa del programa, Enfermería está a cargo de revisar riesgos asociados a las secuelas del covid, evaluando, por ejemplo, lesiones en la piel. También ayudan a los pacientes con indicaciones para tomar sus medicamentos o recibir los tratamientos enviados por los doctores. “Enfermería va de la mano de la educación”, señala Velasco Velasco.
6. Psicología
Al comienzo de todo el circuito los pacientes deben diligenciar una serie de consentimientos informados para poder dar paso a las evaluaciones médicas. Entre esos documentos también se incluye una prueba que mide niveles de ansiedad, estrés y depresión. “Cuando el paciente llega es porque ha sido evaluado por especialistas y la idea es revisar cómo se siente emocionalmente”, cuenta Ailyn Stephanie Medina, psicóloga del CAIP.
El paciente que llega por primera vez al consultorio del área de medicina debe hacer un recuento de cómo le fue en las pruebas físicas, luego detalla cómo es su estilo de vida (sueño, apetito, actividad física) y finalmente, cuenta cómo está emocionalmente tras el contagio. En este punto, ella ya ha revisado cómo salieron los puntajes de la prueba mencionada al comienzo y dirige la conversación en esa dirección: si tiene unos niveles altos de ansiedad, manifiesta estrés o presenta signos de depresión.
“Aunque hay muchos pacientes que llegan con síntomas asociados a la infección, hay otro tanto que trae trastornos mentales diagnosticados anteriormente que se vieron exacerbados con el covid. Además, hay otro grupo de personas que no están diagnosticadas pero tenían síntomas de ansiedad, depresión y estrés que se manifiestan a raíz de la pandemia”, explica la especialista. Todo eso hace parte de la rehabilitación y recuperación poscovid que busca el centro.
7. Trabajo social
La labor de la trabajadora social va muy de la mano con la realizada por la psicóloga. La diferencia radica en que la segunda indaga por lo que pasa al interior de la persona, mientras la primera busca lo que ocurre alrededor. ¿El paciente perdió su trabajo como consecuencia de la pandemia?, ¿el confinamiento generó problemas familiares?
“Así como hay consecuencias físicas por el contagio del covid, también hay consecuencias a nivel social y familiar. Y si encontramos que hay actividades deterioradas por el covid, revisamos qué podemos hacer como programa para mejorarlas”, cuenta Érica Santana, trabajadora social del CAIP.
En eso consiste la integralidad del centro de atención poscovid. “Siempre tratamos de ver al paciente como un todo; no segmentado. El ser humano no es solo físico, mental o familiar. Hay un cúmulo de cosas pasándole al mismo tiempo”, dice la fisioterapeuta Rodríguez.
Después de la revisión de la trabajadora social, los pacientes son conducidos a realizar una caminata de seis minutos porque, según cuenta el coordinador Pineda, se han encontrado casos en que una persona completa bien todo el circuito y cuando los ponen a caminar se les baja la cantidad de oxígeno que llega a los pulmones.
Hasta el momento el CAIP ha atendido a 550 pacientes aproximadamente y ha realizado 1.100 intervenciones. Este modelo es pionero en la organización y es la base sobre la que se está construyendo en otros países. Según cuenta Pineda, “los pacientes que completan el ciclo propuesto en más de un 80 % se recuperan y logran integrarse de nuevo a sus actividades”. Demostrando que no solo es posible recuperarse del covid sino también de muchas de las secuelas que dejó en quienes se contagiaron con la enfermedad.
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