Uno de los síntomas del Covid-19 es la pérdida del gusto (ageusia) y el olfato (anosmia). Sin embargo, hay otras afecciones que pueden hacernos perder la capacidad para percibir sabores y olores que no están relacionadas con este virus.
¿Por qué son importantes el sentido del gusto y el olfato?
Ambos sentidos nos brindan información sobre el ambiente y complementan la forma en que disfrutamos y percibimos alimentos y olores.
Son importantes para detectar ciertos peligros, como un escape de gas o un incendio. Los alimentos o bebidas que tienen mal sabor o que huelen de cierta forma podrían estar dañados y ser peligrosos si se consumen.
Nos ayudan a formar nuevos recuerdos y a evocar memorias. También pueden generar una respuesta emocional intensa
¿Cómo se relacionan ambos sentidos?
La mayoría de las personas que cree haber perdido el gusto se sorprende al saber que lo que tiene es un trastorno del olfato. Esto se debe a que ambos sentidos trabajan conjuntamente: las papilas gustativas que se encuentran en la lengua perciben el sabor mientras que el olor es identificado por las terminaciones nerviosas de la nariz. Estas sensaciones llegan al cerebro donde se integra la información para que los sabores puedan reconocerse. Una parte del sabor que experimentamos es aportada por el olor.
Patologías asociadas a la pérdida del gusto
Covid-19.
Parálisis de Bell.
Infecciones respiratorias.
Radioterapia en la zona de la cabeza y el cuello.
Exposición prolongada a determinados productos químicos.
Lesiones cerebrales.
¿Cómo se ve afectado el apetito?
Como el olor de la comida estimula el apetito, la pérdida del olfato puede causar desinterés por comer.
La pérdida del olfato puede reducir la producción de saliva, por lo que los alimentos muy secos podrían ser difíciles de deglutir.
Es posible que muchos alimentos que se requieren para una buena nutrición dejen de parecer apetitosos. Esto podría conducir a una alimentación desequilibrada.
Las alteraciones del sentido del gusto pueden hacer que ciertos alimentos como la carne tengan mal sabor, lo que conlleva evitarlos.
Cómo probar si detectamos los olores
Algunos estudios psicológicos indican que el ser humano puede detectar diez olores básicos, conocidos como olores primarios. Si creemos que hemos perdido el olfato, es recomendable intentar reconocer algunos de ellos:
Putrefacto
Madera/resina
Fragancias Frutal (no cítrico)
Químico
Menta/pimienta
Dulce
Palomitas de maíz
Cítricos Acre (amoníaco)
Mientras que el sentido del olfato cuenta con receptores muy diferentes capaces de identificar miles de aromas, La lengua solo puede identificar sabores básicos (dulce, salado, amargo y agrio). No se recomienda probar el olfato con productos como detergentes y disolventes ya que estos pueden contener sustancias corrosivas que pueden afectar aún más los bulbos olfatorios.
¿Qué debe hacer si tiene pérdida de estos sentidos?
Evite agregar demasiada sal a las comidas. En su lugar, cocine con muchas especias.
Pruebe alimentos picantes y con textura.
Ponga recordatorios para asegurarse de comer a horas.
Pregúntele a su médico si debe tomar complementos vitamínicos.
Revise las fechas de vencimiento de los alimentos antes de comerlos y anote el día que fueron abiertos.
Instale detectores de humo y mantenga a mano extintores.
Prefiera las estufas y hornos eléctricos a los de gas.
Compre un detector de gas natural de buena calidad que emita una señal de alarma si hay una fuga. Algunos detectores de gas pueden conectarse al sistema de suministro de gas para apagarse automáticamente.
Cuando use desinfectantes en la casa, asegúrese de que la zona esté bien ventilada o póngase una mascarilla protectora.
Si su médico lo considera, puede acudir a terapias olfativas que pueden ayudar a recuperar el sentido del olfato y por añadidura, el del gusto.
*Con la asesoría del doctor Fernando Manrique, otorrinolaringólogo adscrito a Colsanitas.
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