Hombres y mujeres nos hemos volcado al trabajo remoto debido a la cuarentena, pero las tareas del hogar se siguen distribuyendo de forma desigual.
a pandemia nos condujo a muchos, privilegiados en medio de todo, a una suerte de “teletrabajo forzado”. Nos obligó a quedarnos en casa, y toda nuestra vida se trasladó a este espacio. El hogar ya no es únicamente un lugar de descanso; es también oficina, gimnasio y colegio.
Para algunas familias esto podría significar la distribución de las labores domésticas y de cuidado. Sin embargo, “no todos lo asumen de la misma forma, y lo que se ha visto es que las mujeres están teniendo hasta cinco jornadas laborales extra debido a la cuarentena”, señala Amalia Toledo, coordinadora de proyectos e investigadora de la Fundación Karisma.
En situaciones “normales”, el 78 % de las horas anuales que se destinan a todos los cuidados no remunerados en los hogares son realizados por las mujeres.
"El 78 % de las horas que se destinan a labores en el hogar son asumidas por las mujeres".
Aún no hay cifras en Colombia específicamente sobre las labores domésticas en la cuarentena, pero un estudio hecho en Mendoza (Argentina) encontró que el 49 % de las mujeres están más cansadas que antes, y eso se debe a la recarga de tareas en la rutina diaria; especialmente a la educación virtual. Y en Canadá, una profesora de la Universidad de Toronto descubrió que las mujeres están investigando menos que los hombres durante esta pandemia de coronavirus.
Situación que está íntimamente relacionada con los roles tradicionales de género y la idea que aún persiste de que el trabajo doméstico y de cuidado es “de mujeres”. Esto incide en la forma en que las mujeres desarrollan su trabajo en el corto y largo plazo, e implica afectaciones físicas, psicológicas y emocionales que pueden derivar en depresión o ansiedad.
Toledo, sin embargo, guarda algo de optimismo, y cree que “la situación pareciera darnos la posibilidad de retar todos estos roles de género”.
En ese sentido, quisimos brindar algunas recomendaciones que funcionan con o sin pandemia, y que si se piensan con perspectiva de género pueden contribuir a equilibrar la balanza en el hogar y el trabajo.
Recomendaciones para el hogar
La equidad de género no es solo una cuestión de mujeres. Y si queremos que las mujeres estén en el ámbito laboral, necesitamos que alguien esté en el ámbito del hogar para que funcione.
Estas son algunas recomendaciones para hogares, pero antes, una salvedad:
• Para las mujeres: usted no es la Mujer Maravilla; no tiene que serlo. Usted no tiene que hacerlo todo en casa, y no todo tiene que quedar como usted quiere.
• Para los hombres: eliminen la idea de que están “ayudando en el hogar”. Están cumpliendo con parte del trabajo y de las responsabilidades que les corresponden.
Ahora sí.
Para Amalia Toledo, lo primero es identificar y fortalecer canales de comunicación dentro de las familias. Y en ese sentido, es importante entender que es una negociación que no debe ser confrontativa, sino en la que se debe reconocer qué está haciendo cada uno.
"Los hombres deben eliminar la idea de que están ‘ayudando en el hogar’. Están cumpliendo con parte de sus responsabilidades".
Lo siguiente sería sentarse con los miembros de la familia y hacer un listado de las tareas que está realizando cada uno.
Una vez identificadas las labores que realiza cada quien, distribúyalas mejor de forma consensuada. Eliminemos la idea de que hay tareas que son solo de hombres y tareas solo de mujeres.
Luego de eso sigue probar y corregir. Si la nueva distribución funciona, mantengámosla; si no, volvamos a plantearla.
El ejemplo es clave para que los niños sean más independientes. Si es posible, cuente con ellos e invítelos a ser más autónomos.
Cada experiencia y cada vivienda es diferente, pero el éxito radica en la comunicación y en establecer parámetros y límites.
Recomendaciones para empleados
Las empresas pueden contribuir a generar un cambio de mayor impacto con sus acciones. Y “si no piensan sus decisiones con equidad de género y teniendo en cuenta lo que necesitan las mujeres, la brecha entre hombres y mujeres se va a seguir abriendo”, afirma Maria Paulina del Castillo, directora de Operaciones en Colombia de Aequales.
Medidas frente al trabajo:
• Eliminar el estigma de que el teletrabajo implica menos compromiso.
• Evaluar por objetivos alcanzados, no por tiempo dedicado.
• Flexibilizar los horarios. En la cuarentena el horario laboral coincide con el horario estudiantil.
• Crear canales de comunicación empresarial distintos a WhatsApp. Al ser una aplicación de mensajería que se ha vuelto fundamental para mantenerse en contacto, se crea la idea de que el trabajador puede (y debe) responder en cualquier momento.
Medidas frente a los empleados:
• Preguntar por las condiciones de vida de los empleados.
• Entender cuáles son los horarios de cada persona y poner las reuniones a horas en las que la mayoría pueda asistir.
• Promover canales y rutas de atención y acompañamiento psicológico y emocional.
• Identificar que las mujeres muchas veces tienen esos roles de más, y trabajar pensando en la equidad.
Para Del Castillo, en esta situación lo más importante es tener liderazgo empático: oír a los subalternos, entender qué necesitan y cómo se pueden adaptar a esta nueva realidad. No se puede pretender hacer lo mismo de la misma forma.
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